Una legisladora propuso que, en vez de que los casamientos sean "hasta que la muerte nos separe", la unión se venza después de los siete años. Ya hay polémica
Gabriele Pauli, una diputada alemana de 50 años, ha saltado a las primeras páginas de la prensa de ese país con su propuesta de que los matrimonios no sean "hasta que la muerte nos separe”.
"Propongo que el matrimonio se venza después de siete años. Esto significa que uno podrá comprometerse por un periodo determinado y luego podrá renovar los votos, si así lo desea", declaró Gabriele Pauli.
El planteo llama la atención por el contexto político y social en el que se mueve Pauli: la conservadora Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el partido más conservador y a la derecha del espectro parlamentario alemán.
Milita Pauli en la CSU desde hace 30 años y desempeña el cargo electivo de jefa de distrito en la ciudad de 100.000 habitantes Fürth, situada en la región de Franconia en el Estado Libre de Baviera.
Todos creen que la idea del matrimonio a plazos arruinará las mínimas posibilidades que tenía Pauli de resultar reelegida. Las reacciones a su propuesta han sido furibundas.
El designado sucesor y futuro primer ministro bávaro Günther Beckstein recomendó a Pauli un "tratamiento psiquiátrico".
Pero Pauli mantiene su postura y se reafirma en las bondades del matrimonio a plazos: se evitan los engorrosos divorcios y mantener una ficción cuando ya no existe el amor que suele durar unos siete años.