El padre de la pequeña británica desaparecida en Portugal dio a conocer una nueva versión sobre lo que, suponen, le pasó a su hija. Siguen bajo sospecha de la policía
El padre de Madeleine, Gerry Mc Cann, afirmó que el presunto secuestrador de su hija estaba escondido dentro del departamento que alquilaban en Portugal la noche en que la niña fue vista por última vez, según comentaron amigos de la pareja al diario británico Evening Standard.
De acuerdo con la publicación, los padres de Maddie –considerados sospechosos por la Policía portuguesa- están convencidos de que alguien observó a su hija durante los días que pasaron en la ciudad portuguesa de Praia da Luz.
El hombre sostiene que la noche de la desaparición estaba cenando con amigos en un restaurante próximo, y aproximadamente a las 21.05 volvió al departamento que alquilaban y vio a Madeleine y los otros dos pequeños durmiendo plácidamente.
Por eso, le dijo a sus amigos que estaba seguro de que el secuestrador pudo esconderse en el baño o en el dormitorio del matrimonio que, según dijo recordar, esa noche tenía la puerta abierta aunque en ese momento “no le llamó la atención”.
La hipótesis de los Mc Cann es que el presunto secuestrador entró por el patio y salió por una ventana con la pequeña en brazos.
Pero la misma publicación informó que hay un lapso de seis horas en el que se pierde el rastro de la madre y la hija. Entre las 14.29, cuando se tomó la última foto de Maddie, y las 20.30, cuando Kate se presentó para cenar con sus amigos.
El único que conoce los movimientos durante ese “hueco temporal” es su esposo, Gerry, mientras la Policía portuguesa aún no pudo establecer lo ocurrido entonces.
Sin embargo, las últimas pruebas apuntan contra los Mc Cann, que están sospechados por la Justicia de Portugal de haber dado una sobredosis de calmantes a su pequeña hija Madeleine, que habría muerto y luego ellos habrían escondido el cadáver.