El gobernador electo del Chaco según el escrutinio provisorio, Jorge Capitanich, advirtió hoy que en su provincia "se puede quebrar la paz social si el tribunal electoral no actúa con responsabilidad".

Capitanich sostuvo que el juez electoral Ramón Ávalos podría ser sometido a juicio político, pues -según consideró- habría incurrido en los delitos de "prevaricato e incumplimiento de los deberes de funcionario público".

Agregó que el magistrado obra "de acuerdo a su mandante, Ángel Rozas", el candidato radical a la gobernación, que de acuerdo al recuento provisorio perdió la elección por unos dos mil votos.

Asimismo, Capitanich sostuvo que es absurdo que se lo acuse de fraude, cuando "todo el sistema electoral lo maneja el gobierno radical".

Sobre el suspendido recuento definitivo de los sufragios, que se suspendió esta mañana por la recusación que presentó contra el juez Ávalos, advirtió que "es una mentira que el radicalismo esté recuperando votos", y afirmó que quienes difunden esa información
"son los mismos que el jueves anterior a las elecciones dijeron que iban a ganar por 150 mil votos".

Al respecto, Capitanich puso como ejemplo contrario que el justicialismo, en las elecciones de 1991, "reconoció que perdimos por 1.200 votos".

Asimismo, acusó al oficialismo provincial de haber hecho imprimir "boletas falsas" del Frente que encabezó, para poder luego impugnarlas, y remarcó que esa maniobra no tiene ningún sentido porque existe jurisprudencia de que esos votos son igualmente válidos.

El senador nacional denunció luego la "manifiesta parcialidad del tribunal electoral", ya que "no aceptó ninguna veeduría, ni que se recuenten los votos nulos, ni una fiscalización del sistema informático".

Finalmente, dijo que está tratando de actuar "con la mayor responsabilidad", pero que no puede garantizar que no se quiebre "la paz social" en su provincia si se desconoce el triunfo que se adjudica, ysi el tribunal electoral "no actúa" como debe.