El Banco Central salió hoy a jugar fuerte e inyectó 202,7 millones de pesos en el mercado financiero, aunque aún así no pudo evitar que las tasas de interés
interbancarias se dispararan al 14 por ciento anual.

El Central volcó más liquidez en el mercado mediante subastas de pases activos a un día y a una semana de plazo.

En total, subastó 300 millones de pesos, pero adjudicó 104 millones a un día, en tres licitaciones, y 98,7 millones a una semana, en otras dos.

Pero el esfuerzo del Central fue insuficiente para revertir la iliquidez que domina por estos días el mercado.

Así, las tasas cerraron dos puntos porcentuales por encima de la jornada anterior, que eran del 12 por ciento.

En este marco, volvieron a saltar hasta 13,25 por ciento anual para los préstamos en pesos, a un día, entre bancos de primera línea, y a 14 en los de menor porte.

Las licitaciones a un día fueron acordadas con tasas negativas de 0,53 por ciento, 0,56 y 0,97 más Badlar (la que rige los depósitos a plazo fijo) y las a siete a días, con 0,02% y 0% más Badlar.

En Estados Unidos, la Reserva Federal (FED) inyectó otros 3.500 millones de dólares en los mercados, para tratar de calmar las turbulencias de la crisis hipotecaria.

Desde el 9 de agosto, la FED puso a disposición del mercado un total de 205.250 millones de dólares.

El titular de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, dejó a los mercados en la incertidumbre, al abstenerse de mencionar la futura evolución de las tasas de interés en su país, en un discurso en Berlín que era muy esperado, antes de la reunión
de la Fed.

Su discurso, pronunciado en Berlín por invitación del Bundesbank, estuvo dedicado a los "desequilibrios mundiales, acontecimientos recientes y perspectivas".

Y Bernanke se abstuvo rigurosamente al tema, dando al texto un tenor muy académico y despojado de vinculaciones con la actualidad inmediata.

Los mercados esperaban indicaciones preciosas sobre la decisión que adoptará el comité de política monetaria de la Fed, prevista para el 18 de setiembre.

En este marco, el titular de la sede del banco central en Dallas, Richard Fisher, dijo que "en medio de estos clamores y de estos dramas, tal vez algunos hayan perdido de vista la gran capacidad de nuestra economía de recuperarse".