Se repiten nombres de las presidenciales de 2003, cuando fueron 18 las fórmulas que se presentaron. Cristina es la que tiene más chances. Detrás, Carrió y Lavagna
En total, 15 candidatos competirán el 28 de octubre para ocupar el sillón que dejará vacante Néstor Kirchner el 10 de diciembre.
La fragmentación reina en el panorama electoral ya que son apenas cuatro fórmulas menos que las que se presentaron en los atomizados comicios de 2003.
Al igual que en aquellas elecciones, el Partido Justicialista vuelve a ir dividido a las urnas. Esta vez no en tres sino en dos: el oficialista Frente para la Victoria (FPV) y el Frente Justicia, Unidad y Libertad (Frejuli).
Luego de meses de rumores, finalmente el presidente Kirchner le cedió su lugar a su esposa, Cristina Fernández, y evitó dar pelea por su reelección.
Como postulante a la vicepresidencia fue nombrado el mandatario mendocino Julio Cobos; una verdadera muestra de la proclamada "concertación plural" de la candidata oficial.
En tanto, el ex presidente Carlos Menem, que hace cuatro años compitió contra su correligionario Adolfo Rodríguez Saá, ahora apoya la fórmula del Frejuli que integra su hermano, el reelecto mandatario puntano Alberto Rodríguez Saá.
Menem ganó aquellas elecciones con el 24,45 por ciento, pero terminó evadiendo el ballottage con Kirchner, que había obtenido el 22,24 por ciento.
Rodríguez Saá presentó a su vice, el ex senador Héctor Maya, que hasta el día anterior oficiaba como su vocero político.
El gobernador puntano tuvo que resignarse a no llevar el nombre Frente Partido Justicialista en las boletas, como quería, por la impugnación de la jueza electoral María Servini de Cubría.
Por lo tanto, buscó palabras que pudieran bautizar la alianza como Frejuli, para trazar un paralelismo con el Frente Justicialista de Liberación con el que el peronismo regresó a la arena política en 1973 tras años de proscripción.
Elisa Carrió, que salió quinta en 2003 como líder de ARI, ahora abrió su espacio político a otras fuerzas, con un frustrado acuerdo con el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, incluido.
Bautizado como Coalición Cívica, la alianza de Carrió lleva como vicepresidente al socialista Rubén Gustiniani, quien secundó, en 2003, al fallecido Alfredo Bravo.
En estas elecciones, la izquierda tampoco pudo ponerse de acuerdo y llevará seis candidatos a presidente: Néstor Pitrola (Partido Obrero), el reconocido cineasta Fernando Solanas (Proyecto Sur), Vilma Ripoll (MST-Nueva Izquierda), el líder piquetero Raúl Castells (MIJD), Luis Ammann (Partidos Humanista y Comunista) y José Montes (PTS, MAS e Izquierda Socialista).
A pesar de los debates, las llamadas y las intensas reuniones, hubo apenas dos acuerdos antes del cierre de alianzas de la semana pasada.
En el pelotón de candidatos, hay cuatro que jugarán a dos puntas: a presidente de la Nación y a un cargo legislativo.
Ricardo López Murphy, además de liderar la fórmula de Recrear junto a Esteban Bullrich, aspira a una banca de diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Castells y Pitrola también buscan tener una banca en la Cámara baja y, al mismo tiempo, aspirar a la Presidencia.
En tanto, el cineasta Solanas busca regresar al Congreso, más específicamente al Senado, por la Ciudad de Buenos Aires.
Ninguno de los 14 candidatos tiene menos de 50 años. Tres nacieron en Capital Federal. Hay igual número de la provincia de Buenos Aires. La mitad de ellos nunca tuvo un cargo electivo. Hay apenas un único debutante: el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, candidato por UNA, nunca antes compitió por un cargo en las urnas.
Otra particularidad de los comicios del 28 de octubre, si se los compara con los de hace cuatro años, es que de las cinco fórmulas más votadas en aquel entonces, se repiten cuatro apellidos: Kirchner, López Murphy, Rodríguez Saá y Carrió.
Claro que Kichner ahora es Cristina, no Néstor, y Rodríguez Saá, Alberto y no Adolfo.