La compañía, que provee el 12% del gasoil y el 20% de la nafta que se consume en el país, informó a sus estaciones que no las abastecerá, y preséntó un recurso administrativo
Shell refutó hoy los argumentos que usó el Gobierno para clausurar su refinería en Dock Sud y adelantó que apelará la decisión, además de advertir por los problemas de abastecimiento que generará la medida.
La empresa provee el 12% del gasoil y el 20% de la nafta que se consume en el mercaod interno.
El presidente de la compañía, Juan José Aranguren, dijo a periodistas que está enviando a las gasolineras que abastece cartas explicando que debido a esta medida oficial no entregará combustible.
"Estamos en este momento preparando lo que se conoce como un recurso administrativo, es decir, ante una decisión de la autoridad donde se nos indica que tenemos algunos puntos que estarían fuera de lo que es la legislación vigente, tenemos la oportunidad de hacer nuestro descargo", dijo Aranguren.
El recurso será presentado ante la Secretaría de Medio Ambiente, que conduce Romina Picolotti, el área que ordenó la clausura.
La oferta de combustibles en la Argentina apenas alcanza para abastecer la demanda local, y según Aranguren la falta de productos de Shell provocará una sobredemanda a otras empresas. "No se si van a querer satisfacerla", dijo el directivo.
Aranguren detalló todos los documentos que posee para refutar los argumentos usados por el Gobierno para clausurar la refinería, ubicada en la provincia de Buenos Aires, y aseguró que Shell planea seguir operando en el país pese a la disputa.
Entre algunos de sus alegatos está que la Secretaría de Medio Ambiente reclamó permisos que ellos ya poseen, y otros que han pedido pero que las autoridades de la provincia de Buenos Aires aún no han entregado.
Respecto de la denuncia específica de contaminación de los suelos, Aranguren dijo que la firma ya había hecho analizar las muestras que quedaron en sus manos y que los laboratorios respondieron que no existía polución más allá de los niveles mínimos permitidos.
El ejecutivo aseguró que si no tienen una respuesta satisfactoria tras presentar su descargo, apelarán ante la Justicia.
La refinería clausurada procesa 95.000 barriles de petróleo por día, un 15% de la capacidad total del país. Se trata de la única refinería de Shell en América del Sur.
"No somos responsables de la contaminación del Riachuelo", dijo Aranguren, quien explicó que la refinería toma agua contaminada para enfriamiento y la devuelve más limpia al Río de la Plata.
Aranguren aseguró que aún no pueden calcular el impacto financiero de la decisión de clausura, y detalló que todavía están en proceso de cese de operaciones porque no se puede desactivar la planta de un momento para el otro.
Los precios de los combustibles en el país están prácticamente congelados desde hace años por un pacto no escrito entre las empresas petroleras y el Gobierno, que mantiene una constante presión para que no suban.
La puja de Shell con el Gobierno comenzó en 2005, cuando luego de que la petrolera decidiera subir el precio de sus combustibles el presidente Néstor Kirchner llamó a los argentinos a no comprar "ni una lata de aceite" a la firma.
Este año, la secretaría de Comercio Interior inició una causa judicial contra Shell acusándola de desabastecer el mercado de diésel, basándose en una polémica ley, que la compañía considera no vigente.