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3 de diciembre de 2024
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Los captores del empresario se habrían equivocado de persona
Se conoció el testimonio de un empleado de Flecha Bus presente en el momento en el que se llevaron a la víctima. El secuestrado es Franco Andreola
3 de septiembre de 2007
Un empleado de la empresa Flecha Bus que fue reducido por el grupo comando que el miércoles pasado secuestró a un empresario del transporte en Barracas dijo hoy que los delincuentes los obligaron a tirarse cuerpo a tierra y permanecieron en el lugar 15 minutos hasta que se llevaron cautiva a la víctima. Mientras que una de las hipótesis de los investigadores es que los secuestradores se equivocaron de persona.

"Actuaron en 15 minutos. Nos dijeron 'tírense cuerpo a tierra, no va a pasar nada, la empresa está tomada'", dijo el empleado, que sólo se identificó como Alberto, quien se encontraba en la cena durante la cual ocurrió el secuestro.

El trabajador explicó que de los al menos siete delincuentes que actuaron, él sólo pudo ver a dos que "estaban armados", pero "no encapuchados".

Alberto dijo que no conoce al empresario secuestrado, cuya identidad es Franco Andreola, de 44 años, según dijeron fuentes policiales.

En tanto, el fiscal de instrucción César Troncoso, a cargo de la investigación, esta mañana aún no se había declarado incompetente, aunque es probable que lo haga en las próximas horas para que la causa la tome un fiscal federal.

Voceros policiales indicaron que hasta el momento sólo se produjo un llamado extorsivo, el del viernes último, cuando los secuestradores pidieron 500 mil dólares de rescate por Andreola.

Frente a su casa del barrio Inglés, en Caballito, se mantiene un fuerte hermetismo respecto al caso y ni siquiera se ve movimiento de entrada y salida de familiares.

El episodio ocurrió el miércoles último cerca de las 23:45, cuando un grupo de empresarios del transporte de larga distancia se encontraba cenando tras una reunión en un quincho de la firma El Rápido San José, que pertenece a la compañía Flechabus, en la calle Río Cuarto 1963 del barrio porteño de Barracas.

En medio de la cena, al menos siete delincuentes ingresaron al lugar, que está en un galpón de la firma, y con armas amenazaron a todos los presentes, a quienes les sustrajeron dinero y teléfonos celulares.

Ninguno de los comensales opuso resistencia, de manera que la banda estuvo sólo algunos minutos en el lugar, situado en Río Cuarto y Vieytes de Barracas, y hasta entonces todos creían que se trataba de un simple robo.

Pero los miembros de la banda preguntaron quién era el dueño de un Mini Cooper estacionado en la puerta del galpón.

Andreola les dijo que era de él y les mostró la llave, pero los delincuentes no fueron al auto, sino que tomaron al hombre por la fuerza y se lo llevaron en uno de los vehículos en los que habían llegado a la empresa.

Los dueños de Flechabus, los hermanos Raúl y Guillermo Derudder, y los otros empresarios presentes denunciaron el hecho de inmediato en la comisaría 30, con jurisdicción en la zona, pero la policía no pudo alcanzar a los delincuentes y dieron intervención a la División Antisecuestros de la Policía Federal.

Una de las hipótesis de los investigadores es que los secuestradores se equivocaron de persona, ya que uno de los hermanos Derudder, dueños de Flechabus, había vendido hace dos días un Mini Cooper igual al que tiene Andreola.

Tras el secuestro, los captores estuvieron casi un día y medio sin comunicarse con ningún allegado al empresario, pero el viernes último le pidieron a la familia 500.000 dólares de rescate para liberarlo sano y salvo.