Los incendios que arrasan parte de Grecia seguían este martes "fuera de control" tras cinco días de lucha contra las llamas, que causaron hasta el momento 63 muertos, y mientras se confirman las sospechas de que la mayoría fueron provocados deliberadamente.

En medio de la indignación generalizada por la falta de reacción del gobierno, los bomberos griegos combatían los incendios forestales que dejaron sin hogar a 3.000 personas.

Con vastas áreas de Grecia afectadas, un vocero del Departamento de Bomberos griego anunció que se habían detectado 89 nuevos focos de incendio, 28 considerados peligrosos.

Entre ellos se encuentra el que estalló en las cercanías de Atenas, quemó una ladera del monte Ymittos y avanzaba hacia un suburbio ateniense.

Cuatro aviones, un helicóptero y 15 camiones con 45 bomberos combatían el incendio en los alrededores de la capital.

Las llamas, alimentadas por vientos vigorosos y calientes, afectaron aldeas, bosques y granjas de cultivo, dejando a su paso un panorama ennegrecido tanto en la flora como en la fauna. Hasta ayer, las autoridades no habían podido estimar el monto al que ascienden los daños materiales.