Dos participantes del reality tuvieron un fogoso encuentro. No sólo no les importaron las cámaras, sino que además se mimaron en una habitación repleta de gente
Por Roberto BlancoLas sábanas no pudieron tapar lo evidente. Después de varios intentos en otras ediciones, el sexo se hizo presente en la casa del Gran Hermano y sin tapujos, para abrir una nueva relación amorosa en un grupo que se destaca por la explosión de sus hormonas.
Los protagonistas fueron Alan, el “pelado” de 21 años, y la mendocina Soledad, de 25, quien entró a la casa con novio y se caracterizó desde el inicio del juego por ser una de las chicas con carácter más fuerte.
El hecho se concretó la noche del sábado, luego de la fiesta “hot”, cuando Alan y Soledad se metieron juntos a la cama de ella y en la oscuridad de la habitación dieron rienda suelta a sus instintos amorosos, donde no faltaron besos, caricias, manos inquietas sobre los cuerpos y el vaivén clásico de las cobijas cuando el placer está en ebullición.
Las cámaras infrarrojas de GH5 no se perdieron detalle y se concentraron durante varios minutos en los dos cuerpos cuando en la tradicional posición de “cucharita”, Alan arremetió contra su compañera que estaba entregada a las dulces sensaciones.
La historia había comenzado una semana antes cuando comenzaron sutilmente las miraditas y los mensajes a través de terceros sobre una naciente atracción entre ambos, que no tardó en concretarse.
El romance de Alan y Soledad es uno más de los varios que ya se plantearon en dos semanas de convivencia en la casa que incluye el de Esteban y Eugenia y el de Juan Emilio y de Cynthia, que ahora quedó trunco por la expulsión de la joven que se fue este domingo por 41,44 por ciento de los votos
“Si tengo que tener sexo en la casa, las cámaras no serán un impedimento” dijo antes de entrar a la casa Alan quien cumplió a rajatabla con su premisa y en la primera oportunidad no dudó.
El joven porteño, hijo de una tradicional familia judía, y estudiante avanzado de abogacía, es el encargado habitual de ingresar el supermercado y comprar en el poco tiempo que cuentan los víveres para la semana de convivencia y se caracteriza por su velocidad para esa responsabilidad.
Ahora, el “pelado” como se lo conoce dentro de la casa se transformó en la “pistola más rápida del oeste”, según uno de sus compañeros que fue testigo del primer “aprouch” de Alan y Soledad, en el living de la casa.
Allí, bajo una manta y con varios compañeros de testigos, los abrazos y caricias fueron en aumento y llegó a un punto de ebullición que se detuvo ante las miradas y risas cercanas.
Luego de ese momento, Soledad vivió el momento más difícil cuando le reconoció a sus compañeros que acababa de dar por finalizada una relación de ocho meses con su novio en “vivo y en directo” desde la casa de GH5.
“Que bajón, pero ya está”, dijo Soledad mientras despegaba de la pared de la habitación varios fotos de su ahora ex novio, que se enteró de la infidelidad mirando la televisión desde su casa.
“Mi mamá debe estar contenta, no se bancaba a mi novio”, le susurró Soledad al oído a Alan en medio de los abrazos bajo las sábanas de la habitación cuando las palabras dejaron lugar a diferentes posiciones en la búsqueda de alcanzar el mayor placer.
Alan, cumplió con una sugerencia que le había aportado Javier, el policía santafesino, quien cuando escuchaba el relato del joven enamorado sobre el estado de deseo que quedó en él tras los primeros abrazos con Soledad.
“Cucharita y un rapidito...”, sugirió Javier, y Alan no dudó en aplicar la estrategia de su compañero.
Este es sin dudas el primer capítulo de una historia que seguirá y que puede ser clonada por otros participantes ya que, según relató María Celeste, por las noches, en algunas camas se escuchan reiterados “gemidos y ruidos de besos”.