La cantante, de apenas 21 años, reconoció que sufre de una fuerte adicción a las drogas y al alcohol. Aquí, los detalles de su desesperado pedido de ayuda
La bella y popular Lindsay Lohan reconoció que sufre un problema de adicción.
“Para mí está claro que mi vida está completamente fuera de control porque soy adicta al alcohol y a las drogas”, admitió la cantante de apenas 21 años para tener tantos conflictos.
Lohan había sido arrestada el pasado 24 de julio por conducir borracha, a alta velocidad y con una licencia suspendida por posesión de cocaína.
Aunque no se presentó a la audiencia en Beverly Hills, la artista se declaró culpable a través de sus abogados. Y para su buena suerte, la corte desestimó el cargo de delito grave en su contra por considerar que la cantidad de cocaína que se encontró en su posesión fue insuficiente. Con esto, se evitó pasar varios meses en prisión.
“Recientemente recaí e hice cosas de las que me avergüenzo. Violé la ley, y hoy me responsabilicé al declararme culpable de los cargos en mi contra…No le estoy echando la culpa a nadie por mi conducta, sino a mí misma. Le agradezco a Dios que no lesioné a nadie. Lo pude haber hecho fácilmente”, expresó arrepentida.
“Realmente quiero estar sana y obtener el control de mi vida y mi carrera, y ya pedí ayuda médica para lograrlo. Estoy dando estos pasos para mejorar mi vida. Afortunadamente, no estoy sola en mi lucha diaria y sé que gente como yo lo logró. Tal vez con el tiempo las cosas serán más fáciles. Eso espero”, declaró la artista, quien se encuentra en un centro de rehabilitación en Utah.