El grupo separatista hizo estallar una camioneta frente a un cuartel del país vasco, en el primer ataque desde el fin de la tregua. Dos efectivos resultaron heridos
El grupo terrorista ETA realizó un atantando al hacer estallar una camioneta con explosivos durante las primeras horas de esta mañana frente a un cuartel de la Guardia Civil ubicado en el país vasco, casi tres meses del fin de la tregua con el gobierno español.
Los responsables del ataque en Durango, localidad vizcaína situada a unos 40 kilómetros al sur de Bilbao, huyeron en un automóvil que luego detonaron en un baldío de una localidad cercana.
Según el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, la carga que llevaba la camioneta era de unos 100 kilos de explosivos. Estudian la hipótesis de que el vehículo había sido robado hace dos días.
Por otra parte, el segundo auto detonado en Amorebieta, buscando eliminar toda prueba existente, llevaba matrícula portuguesa, "lo que parece confirmar que ETA podría tener algún tipo de infraestructura en Portugal", según indicó Mezquida.
Con la reanudación de la violencia ETA "está logrando lo contrario de lo que desea", dijo Mesquida. "En lugar de desmoralizarnos, esta acción criminal, que podría haber sido una auténtica carnicería, nos animará más a combatir a ETA con todas nuestras fuerzas", agregó tras visitar la zona en la que se produjo el atentado.
La explosión en Durango causó daños considerables en el cuartel de la Guardia Civil y varios vehículos policiales, dijeron las autoridades, al mismo tiempo que confirmaron que varios edificios residenciales aledaños a la zona del ataque también resultaron dañados.
La segunda detonación no fue considerada un atentado, sino una maniobra para destruir pruebas. En este caso no se informó de heridos ni daños.
Los policías heridos fueron atendidos en el cercano hospital de Galdácano por cortes causados por astillas de vidrio, y más tarde dados de alta.