La tensión persiste en Santa Cruz y el obispo de Río Gallegos, monseñor Juan Carlos Romanín, advirtió que si las autoridades "irritan" a los santacruceños, "la gente va a hacer justicia por mano propia y no se va a poder controlar".

"A mí me piden que contenga, que ponga paños fríos, pero si después tiran nafta yo no puedo ya hacer más nada", se quejó Romanín.

El purpurado se pronunció de esa forma al ser consultado sobre la decisión del ex funcionario Daniel Varizat de denunciar "presuntos daños y amenazas" de parte de los manifestantes a los que luego atropelló con su camioneta, el viernes pasado en la
ciudad de Río Gallegos.

"Esas cosas son las que irritan y crean en la gente un malestar enorme", puntualizó Romanín.

En declaraciones radiales, el obispo advirtió que "se van a llegar a extremos que la gente va a hacer Justicia por mano propia y no se va a poder controlar".