El conflicto entre la multinacional y el gobierno de Chávez se resolvería mañana. Lejos quedaron los rumores de estatización de Sidor, la siderúrgica controlada por Techint
El conflicto entre el gobierno de Venezuela y Techint tras la amenaza de reestatización de su empresa, la siderúrgica Sidor, se resolvería finalmente mañana, cuatro meses después de desatado el problema.
Quienes siguieron de cerca la negociación desde que Hugo Chávez Frías presionó con la expropiación, dicen que la reunión que tuvo el líder bolivariano con Paolo Rocca, presidente del grupo Techint –principal accionista de Siderúrgica del Orinoco (Sidor)– hace unas semanas en el hotel Sheraton despejó el terreno para el acuerdo.
Fueron más de dos horas en las que el argentino le mostró a Chávez los precios internacionales del acero, el grado de satisfacción de la demanda venezolana y por último sacó la carta ganadora: el millonario plan de inversión para transformar a Sidor en una empresa exportadora de alcance internacional.
El conflicto se inició a comienzos de mayo. Se habló de reestatización o de una oferta de compra por parte del Estado venezolano por toda la empresa (cuando se privatizó se quedó con el 20%, y dejó otro 20% para los trabajadores).
Una rápida gestión, tanto telefónica como en persona, a favor de Techint del presidente Néstor Kirchner calmó las aguas. El mismo Rocca viajó a Caracas para escuchar los reclamos chavistas.
Todo indica que mañana habría “fumata definitiva”. El ministro de Industrias Básicas y Minería, José Khan, confirmó que la firma se hará mañana, en una entrevista al diario El Universal.
Básicamente, el convenio que se sellaría entre Daniel Novegil –gerente general de Ternium, conglomerado siderúrgico que controla a Sidor– y el vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, no cambiaría demasiado las cosas.
Paolo Rocca no viajará ya que “la negociación política se terminó, ahora es sólo técnica”, dijo una fuente.
El acuerdo detallaría un compromiso de precios preferenciales de acero para el Estado y las pymes venezolanas, especialmente las vinculadas a la construcción de viviendas populares. Y en cuanto a la demanda, Ternium-Sidor estará obligada a satisfacer los requerimientos del Estado cuando éste así lo decida.