Se llama Victoria Bereziuk. Venía en el vuelo de la valija de U$S 800 mil en su carácter de mano derecha del desplazado Uberti, titular del Occovi. La Justicia estudia citarla a declarar. La despidieron el mismo día que a su jefe. Por qué aseguran que la primera dama la tenía entre ceja y ceja
Dicen que la candidata Cristina Fernández enfureció el día que se enteró por un canal de cable que la Aduana había detectado U$S 800 mil en una valija sospechosa.
Peor se puso al día siguiente, cuando trascendió que la valijita viajaba "acompañada" de varios funcionarios argentinos y venezolanos, aunque finalmente fue reconocida por un insólito personaje venezolano-norteamericano, el inefable Antonini Wilson.
"Me tiran un muerto todos los días", le habría disparado la candidata a su esposo el presidente Néstor Kirchner, en plena residencia de Olivos.
Se refería al caso de la ministra Felisa Miceli y su poco feliz salida del ministerio de Economía, que ahora se sumaba al episodio de la valija.
Pero la primera dama habría montado aún más en cólera cuando se enteró que en el fatídico vuelo viajaban varios funcionarios y la mano derecha de Claudio Uberti, la supersecretaria todo servicio Victoria "Vicky" Bereziuk, una santacruceña de apenas 29 añitos, muy bien llevados.
Algunos aseguran que Cristina hasta arrojó algunos vasos contra la pared ante tanto desaguisado.
La bronca venía porque algunos servicios de inteligencia, a veces muy bien informados y otras no tanto, habían echado a rodar que la Bereziuk tenía llegada directa a la Casa Rosada, todo en un intento por "dañar a la pareja presidencial", aseguran cerca del gobierno.
Según describe en su último número la revista Noticias, que llama la "octava pasajera" a la Bereziuk, ella era "la más influyente y la más atractiva de las muchas mujeres que trabajaban con Uberti".
"Hasta el día en que lo echaron por el escándalo de la valija de Aeroparque, Claudio Uberti cultivaba una curiosa manía. Había adiestrado a sus secretarias para que lo recibieran como a un rey cuando llegaba a sus oficinas del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), sobre la avenida Paseo Colón 189", señala la revista.
"Cuando arribaba a la playa de estacionamiento, su chofer les avisaba por teléfono a las mujeres de su staff. La primera de ellas lo esperaba en el molinete de entrada con la tarjeta magnética de Uberti, quien nunca la llevaba consigo. La segunda secretaria lo aguardaba al lado del ascensor y lo acompañaba hasta el tercer piso. Allí, la tercera secretaria le abría la puerta de su despacho".
"La cuarta, que supervisaba la estrafalaria carrera de postas sin llegar a participar de ella, se llama Victoria Carolina Bereziuk", consigna la revista.
Ahora, la Justicia podría llamar a "Vicky" -despedida junto con su jefe- a declarar para preguntarle qué hacía en ese insólito vuelo, cuál era su rol en el Occovi y, tal vez, pedirle detalles de la agenda de Uberti.
Según el portal Urgente24.Tv, desde el 2007 la atareada Bereziuk tiene 11 salidas por Migraciones, en vuelos privados, y en la mayoría de las ocasiones acompañando a Uberti.
Esto también podría tener que explicarlo ante la Justicia.