Detectaron huellas de sangre en una cortina del cuarto donde la nena dormía cuando fue vista por última vez. El hallazgo refuerza la teoría de que la menor murió
La Policía portuguesa halló restos de sangre en una de las cortinas de la habitación donde estaba Madeleine McCann, la nena británica desaparecida el pasado 3 de mayo, según informó hoy el diario local Jornal de Noticias.
El hallazgo reforzaría la teoría de que la menor murió dentro del hotel, y que no fue secuestrada.
La semana pasada, los investigadores habían encontrado rastros de sangre en una pared del dormitorio.
Según ese medio portugués, que cita a fuentes policiales, los investigadores creen, por estas horas, que la menor está muerta.
Mientras tanto, esperan para esta semana los resultados de la primera muestra de sangre encontrada en la pared de la habitación del hotel Ocean Club de Praia da Luz.
Los análisis están a cargo de un laboratorio de Birmingham.
También se investigan supuestas "contradicciones" en las declaraciones de los testigos que estaban cenando con los padres de la nena cuando se produjo su desaparición.
No obstante, el comisario portugués a cargo de la investigación, Olegario Sousa, declaró públicamente que ni el matrimonio McCann ni sus amigos son sospechosos.
En una entrevista con la BBC, Sousa dijo que son "víctimas", aunque admitió, por primera vez, que Madeleine podría estar muerta.