Fuerzas de seguridad portuguesas reconocieron que “en estos últimos días se descubrieron varios elementos que podrían apuntar hacia una posible muerte de la pequeña”
La policía portuguesa reconoció el sábado por primera vez oficialmente que baraja la hipótesis de que la niña británica Madeleine McCann, desaparecida el pasado 3 de mayo en Praia da Luz, en el sur de Portugal, esté muerta.
"Estos últimos días, se descubrieron varios elementos que podrían apuntar hacia una posible muerte de la pequeña", declaró a la corporación británica BBC Olegario Sousa, portavoz de la policía judicial portuguesa.
Pero "estamos a la espera de los resultados de laboratorio sobre las pruebas reunidas", agregó.
"Todas las hipótesis siguen abiertas, pero ésta tiene un poco más de intensidad", explicó Sousa.
El portavoz precisó que ni los padres de Maddie, Kate y Gerry McCann, ni los amigos que habían permanecido con la pareja durante sus vacaciones en Portugal eran considerados sospechosos en el caso, como habían sugerido algunos medios lusos.
El pasado miércoles, una fuente próxima a la investigación señaló a la agencia Lusa que los investigadores empezaban a considerar la posibilidad de que la pequeña hubiera sido asesinada o muerta accidentalmente.
Según la prensa del país, la policía halló restos de sangre de una persona muerta sobre una de las paredes de la habitación del aparthotel en la que desapareció Maddie, de cuatro años.
Un laboratorio científico británico analiza actualmente estas muestras y los resultados son esperados en los próximos días.
Varias manifestaciones tuvieron lugar el sábado en Portugal y Gran Bretaña para marcar los 100 días de la desaparición.
Los McCann asistieron a una misa dedicada a su hija y a todos los niños desaparecidos en la pequeña iglesia de Praia da Luz.