Ya se inició la guerra de tarifas por los aranceles recíprocos. China decidió replicar el 34% inicial del anuncio de Trump. "Vamos a luchar hasta el final"
China es el país que con más fuerza salió a cruzar a Donald Trump por sus aranceles al comercio.
El gobierno de Xi Jinping devolvió con la misma medida: aplicará un 34% más de aranceles a los productos de los Estados Unidos que lleguen al país asiático. Pero el presidente republicano contraatacó y amenaza con aplicar otro 50% adicional a las exportaciones chinas.
Pero la Argentina también sufre los efectos del cruce de las dos superpotencias económicas.
Beijing devaluó el yuan este lunes. De esa manera, el dinero a disposición del país, en el "Swap" que firmó en su momento Cristina Kirchner, para apuntalar las alicaídas reservas del central, hoy, representan menos dólares.
Entre los esfuerzos por mantener la devaluación controlada del peso y evitar saltos en el "blue" el Banco Central sigue vendiendo divisas.
Con la menor cotización de los yuanes del "swap", las reservas del Central cayeron por debajo de los US$25.000 millones, situación que no se daba desde fines de enero de 2024.
Si el mundo financiero tenía una frase que no quería escuchar, era justamente esa.
El líder chino, lejos de querer negociar, aparece poniéndose al frente de países puestos a confrontar con Trump por los aranceles.
En una extraña alianza que lo une, por ejemplo, con Canadá. Ya en el primer gobierno de Trump, hubo una guerra comercial entre ambos países que duró 18 meses.
En ese momento, el Fondo Monetario Internacional calculó que ese enfrentamiento hizo más lento el crecimiento global de la economía.
Ahora, está por suceder algo parecido. Trump anunció aranceles del 34% para cualquier producto chino que llegue a los Estados Unidos.
Beijing respondió con el mismo porcentaje en aranceles a los productos norteamericanos.
Y Trump subió la amenaza con otro 50%. En total, entre los aranceles ya existentes, los nuevos y los posibles, un producto chino, digamos un teléfono Huawei vendido en Estados Unidos, pasaría a costar un 104% más que el precio actual. Por eso, Xi Jinping dijo que "China luchará hasta el final".