Antonio Gasalla murió este martes a los 84 años y generó un profundo dolor en el mundo del espectáculo, que durante décadas se rio a carcajadas de sus sketches y personajes icónicos.

Tras un primer velatorio a puertas abiertas en el Teatro Maipo, donde varios colegas, periodistas y admiradores se acercaron a despedirlo, se organizó un último adiós en Zuccotti Hnos (Av. Córdoba 5080, CABA) y luego los restos fueron trasladados a Memorial Pilar.

Uno de los primeros en llegar fue su hermano, Carlos Gasalla, que en diálogo con la prensa señaló: “Buen día, acá estamos. Es la etapa final de Antonio, estamos compungidos. Era lo que tenía que pasar, estaba muy enfermo y era irreversible. Quiero que lo recuerden como hasta ahora. No es fácil que la gente te quiera tanto. Siempre que salía de los teatros había gente para saludarlo. Era cascarrabias, pero muy generoso”.



Y agregó: “Con su familia tuvo una estrecha relación, pero vivía para lo que hacía. Cuando hacía TV pasaba días enteros ocupado, pero no nos podemos quejar. Siempre quiso ser actor y lo abordó con mucho estudio”.

Gerardo Romano también se acercó a la sala velatoria y contó un dato inesperado: “Conmigo fue muy generoso. Viví dos años en su casa porque me quedé en la calle. Fue muy divertida la convivencia, me bancó”.

Los restos del querido artista fueron trasladados al Parque Memorial, en Pilar. Gasalla arrastraba varios problemas de salud. Marcelo Polino, una de sus personas de máxima confianza, contó en un programa que su estado desmejoró durante el lunes, cuando lo llamaron para comunicarle que lo habían llevado de urgencia a la clínica. “Tenía una falla multiorgánica, todo fue muy rápido”, explicó en Intrusos (América).