El staff del Fondo reconoció que las medidas del primer año de Milei reencauzaron el acuerdo pero creen que desde ahora el ajuste fiscal deberá tener otro perfil
Como paso previo a un nuevo acuerdo con la Argentina, el FMI realizó una evaluación sobre el programa firmado con Martín Guzmán en 2022 y su implementación durante los últimos dos años. El staff del organismo criticó al gobierno de Alberto Fernández por su falta de compromiso con las políticas pactadas.
No obstante, reconoció que hubo situaciones excepcionales, como la salida de la pandemia, la sequía y la guerra entre Rusia y Ucrania.
En cambio, el FMI resaltó que la elección de Javier Milei fue un punto de inflexión para el programa, ya que entiende que el ajuste de 5 puntos del PBI y la eliminación del financiamiento monetario al Tesoro fortaleció las finanzas públicas y le devolvió potencia a la política monetaria.
“Una gran devaluación inicial del 120% ayudó a aliviar las distorsiones del mercado cambiario y, al mismo tiempo, mejoró la competitividad externa. Después de un gran aumento inicial, la inflación comenzó a disminuir y una rápida reducción de la brecha cambiaria permitió una reconstrucción de las reservas de divisas”, dijeron los técnicos del fondo, que también destacaron la reducción del riesgo país.
Sin embargo, reconocieron: “Se mantuvieron importantes distorsiones del mercado cambiario y el tipo de cambio real volvió a apreciarse en medio de una flexibilidad cambiaria limitada”.
El FMI resaltó que el Banco Central (BCRA) compró una gran cantidad de dólares en 2024, pero también admitió que no pudo retenerlos en sus reservas. Esto, explicó el reporte, tiene que ver con la apreciación del peso debido a la devaluación mensual fija. Por eso, la entidad sostuvo que todavía persisten los desafíos en la balanza de pagos.
“El régimen de
crawling peg se mantuvo con una tasa de paridad inicial del 2% mensual. Si bien ayudó a contener las expectativas de inflación, la tasa de paridad más lenta que la inflación significó una apreciación del tipo de cambio real. Al mismo tiempo, la acumulación de reservas cambiarias se desaceleró y la brecha cambiaria se amplió al 50% a mediados de 2024″, recordó el FMI.
Otra de las preocupaciones que manifestó el FMI hacia adelante tiene que ver con la consolidación de la estabilización en el plano social. “Probablemente, será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”, afirmó el reporte.
“Además de las medidas fiscales de alta calidad (mejora de la progresividad del impuesto a la renta personal y reducción de los subsidios), una parte considerable de la recuperación fiscal inicial se logró mediante profundos recortes al gasto discrecional, incluida la inversión pública y los salarios, así como medidas de ingresos temporales o puntuales, como el aumento del impuesto PAIS, que causaba distorsiones, o la amnistía fiscal”, recordó.
En varios pasajes de la evaluación, el FMI puntualizó que el Gobierno todavía tiene que avanzar en la salida del cepo al dólar, así como en flexibilizar el movimiento del tipo de cambio para no dificultar la acumulación de reservas y volver a emitir deuda en los mercados internacionales.
“La presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital) y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta podrían dificultar la acumulación continua de reservas”, indicaron los técnicos de la entidad multilateral.