Miles de voluntarios evaluarán la contaminación desde la Bahía de Samborombón a Ushuaia. Quieren hacerlo cada dos años y en todo el Hemisferio Sur
Dentro de un mes, el domingo 3 de setiembre, miles de voluntarios caminarán por la orilla del mar -desde Punta Rasa, al sur de la bahía de Samborombón, hasta Ushuaia-, para relevar el grado de contaminación de la costa argentina.
Lo harán durante la pleamar y a partir de una convocatoria de la Fundación Patagonia Natural (FPN), que busca que todo el país se comprometa con la situación ambiental de un ecosistema que se extiende a lo largo de casi 4.000 kilómetros.
Este 2º Censo de Contaminación Costera se realizará 12 años después del primero. En aquella oportunidad, 3.219 voluntarios relevaron 2.110 kilómetros de costa. Se evaluó el tipo de basura acumulada en las playas y se cuantificó la presencia de aves marinas y costeras empetroladas.
"Todas las aves marinas utilizan las costas para anidar y procrear, pero mantienen un importante ritmo de incursiones al mar para obtener alimento. Es allí donde a veces se encuentran con manchas de petróleo causadas por actividades humanas", explican los biólogos de FPN.
El relevamiento se realiza el 3 de setiembre porque entre el 5 y el 8, la mayoría de los pingüinos de Magallanes regresan a sus colonias. "El pingüino es un indicador biológico -define Marcela Colombini, coordinadora del censo-. El ver muchas aves fuera de su colonia, suele ser señal de contaminación en las aguas".
Los ecologistas esperan encontrar "una mayor densidad de residuos sólidos de tipo plástico, en especial en la zona patagónica".
En Patagonia Natural conocen las consecuencias de esto en la fauna: lobos marinos ahorcados con el suncho con el que una vez jugaron de cachorros, o buches de aves marinas con pilas y chapitas.
"Los lobos marinos, las tortugas, las toninas, los delfines y otros cetáceos confunden las bolsas de nailon con aguas vivas y se las tragan", agrega Colombini.
La tarea no acabará aquí: FPN y los organismos públicos que intervienen en el censo decidieron que cada dos años volverán a mirar la costa.
"Tiene que preocuparnos a todos: es el balcón al mar del país", sostiene la coordinadora.
Más aún: en 2009 será internacional, con la participación de Uruguay, Brasil (hasta Río de Janeiro), Chile, Perú, Ecuador, Australia, Nueva Zelanda y varios países africanos sobre el Atlántico. El denominador común: en todos hay pingüinos.