El mejor regalo de Navidad llegó de la mano de Beyoncé y su maravillosa actuación en el descanso del partido navideño de la NFL. Mientras Houston Texans y Baltimore Ravens se disputaban la victoria, el icono de la música estrenó en directo su especial A Cowboy Christmas.

Y todo esto teniendo en cuenta que la actuación fue en la ciudad natal de la estadounidense, Houston, Texas.

La actuación fue al puro estilo de las de la Super Bowl, con grandes invitados y una inolvidable performance de más de 10 minutos.

La cantante entró a caballo, un vestido de plumas blancas y un sombrero vaquero. En ese momento abrió el espectáculo con 16 Carriages. Al bajarse del caballo y caminar por la parte trasera del estadio, la estrella se puso una banda roja, blanca y azul donde se podía leer Cowboy Carter.

Dio paso así a su versión de Blackbird. De repente, Beyoncé apareció en el centro del campo con un mono deslumbrante y unos pantalones cortos mientras cantaba Ya Ya.

Luego, unas luces que formaban la palabra My House se proyectaron sobre las gradas, haciendo que la multitud se volviera loca, mientras Beyoncé marchaba al ritmo de Riverdance.

Caminó por el campo bordeado por una banda de música, donde se encontró con Shaboozey, artista que aparece en su canción Sweet Honey Buckiin.

El evento repleto de estrellas continuó con Post Malone cantando Levii's Jeans, una colaboración que puso los pelos de punta. Tras esta parte, Beyoncé se subió a la parte trasera de un camión antiguo para cantar Jolene.

Beyoncé cerró su especial navideño por todo lo alto. Como no podía ser de otra manera, interpretó su exitosa canción Texas Hold 'Em a la que se unió su hija de 12 años, Blue Ivy.

La artista hizo referencia a su pequeña con un discreto cambio de letra: "Entonces hazme girar en el medio, Blue, no puedo leer tu mente". El dúo madre e hija hizo un elaborado baile antes de que Beyoncé flotara en una plataforma. Desde esta se pudo ver una pancarta que decía 'BANG'.