Escándalo y destrozos tras una nueva caída de San Lorenzo
Los hinchas del Ciclón no soportaron el final de año con una nueva caída frente a Tigre y explotaron manifestándose fuertemente tras el partido
14 de diciembre de 2024
San Lorenzo terminó este viernes como lo empezó: con bronca y escándalo. Al igual que en la asamblea que debió suspenderse sin lograr votar el balance por la irrupción de socios enardecidos, la derrota con Tigre en el final de la Liga Profesional terminó de hacer estallar la bomba del presente institucional del club.
El público no abandonó el Nuevo Gasómetro hasta descargar sus reclamos con cantos de insulto a la dirigencia, roturas de instalaciones y un clima de revuelta generalizada, que intentó ser controlada por gruesos cordones policiales.
Una vez más, emergió el pedido de elecciones y la sensación de que todos los cargos directivos se encuentran en jaque, comenzando por el presidente Marcelo Moretti y hasta rozando el ciclo futbolístico encabezado por Miguel Russo.
Uno de los focos de conflicto más fuertes se dio sobre el alambrado que separa la popular local con el acceso al sector denominado la Nave (bajo la Platea Norte, donde se encuentran los vestuarios, zona de prensa y palcos de dirigentes).
Los hinchas cargaron contra el vallado lindero al estacionamiento y hubo problemas para contenerlos por su cantidad y virulencia.
Justamente, por la violencia desatada en esa parte del Pedro Bidegain, hasta debieron suspenderse las conferencias de los entrenadores al no estar dadas las garantías de seguridad.
Estaba estipulada para hoy una asamblea para votar el balance 2023-24, que engloba los últimos seis meses de la gestión de Horacio Arreceygor y los primeros de Moretti. Pero, en vísperas del acto, cientos de socios se acercaron a las inmediaciones del Polideportivo azulgrana (emplazado en José Mármol 1715, en el corazón del barrio de Boedo) para exigir respuestas a dirigentes y asambleístas.
Finalmente los socios lograron ingresar al recinto para cantar contra la conducción, con consignas como "que se vayan todos", "los pibes no se venden" y "el club es de los socios". Uno de sus detonantes fue la noticia de la venta de los juveniles Santiago Sosa y Agustín Hausch a Defensa y Justicia.
Así, se decidió levantar la asamblea sin poder aprobar el informe. "San Lorenzo está en una situación casi terminal, hemos puesto dinero muchos dirigentes. Vamos a hacer un presupuesto más austero. Le pido perdón al hincha por este presente deportivo. Vinimos a sanear el club y hacer el estadio en Boedo", dijo el presidente tras lo sucedido, además de acusar una operación de la oposición para desestabilizarlo.