River recibió una sanción oficial de Conmebol por el uso masivo de pirotecnia durante el recibimiento previo al partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores contra Atlético Mineiro.

A pesar del imponente espectáculo en el Estadio Monumental, que terminó con un empate 0-0 y la eliminación del equipo de Marcelo Gallardo, el club de Núñez deberá enfrentar las consecuencias económicas y deportivas.
Conmebol decidió aplicarle dos sanciones a River:

Partido a puertas cerradas: El club no podrá contar con público en el próximo encuentro que dispute por la Copa Libertadores, dejando el Monumental sin su habitual aliento masivo. Multa económica: River deberá abonar 100.000 dólares por incumplir las normas que prohíben el uso de bengalas, fuegos artificiales y otros artefactos pirotécnicos en los estadios. La decisión no sorprendió, ya que el espectáculo de luces y fuegos artificiales había generado controversia tanto a nivel local como internacional.

Sin embargo, reabre el debate sobre los recibimientos y el aliento típico del fútbol argentino, que está atravesado por el uso de bengalas y elementos que aumenten el colorido en las tribunas.

Esta no es la primera vez que el club enfrenta consecuencias por el uso de pirotecnia en partidos decisivos. Días después del enfrentamiento ante Mineiro, la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires clausuró el Estadio Monumental.

Para levantar la medida, River tuvo que pagar una multa y gestionar el desbloqueo administrativo, lo que finalmente permitió al equipo disputar sus siguientes encuentros sin inconvenientes.

Jorge Brito y la dirigencia del club deberán ahora afrontar este nuevo golpe financiero y organizar los próximos partidos internacionales sin la presencia de su hinchada, un factor clave en la mística de River en la Libertadores.