El domingo el Uruguay elige a su presidente para los próximos 5 años.

Será el sucesor de Luis Lacalle Pou, quien termina su mandato con un 50% de imagen positiva. Pero como no hay reelección en el país vecino, las encuestas para este ballottage marcan un empate técnico.

En la primera vuelta, Yamandú Orsi logró una clara ventaja para el Frente Amplio y estuvo a pocos puntos de vencer. Pero como en Uruguay hace falta tener el 50% de los votos y 1 más, el domingo será la elección definitiva contra Álvaro Delgado, en candidato oficialista.

En este mes entre ambos comicios, las encuestas muestran que la diferencia se achicó hasta llegar a un empate técnico.

Si se mantiene la coalición de partidos que encumbró a Lacalle Pou, el gobierno podría retener el poder. Pero ambos candidatos expresan la moderación de los sectores en pugna en el Uruguay.

Luis Lacalle Pou llegó al poder en 2020 y cortó una serie de tres gobiernos consecutivos del Frente Amplio. El candidato de esa coalición ganó en primera vuelta, al igual que Orsi, pero la unión de 5 partidos de oposición, comprometidos a apoyar al má votado entre ellos en el ballottage, le dio el acceso a la presidencia a Lacalle Pou del partido Nacional ( o Blanco).

Ahora, la situación de este domingo parece reeditarse. En la primera vuelta, el candidato del Frente Amplio (Orsi) se impuso con el 46, 2% de los votos. Quedó a menos de 4 puntos de ganar en esa instancia. Pero este domingo se juega la segunda vuelta con Álvaro Delgado, del oficialismo.

Delgado es el delfín de Luis Lacalle Pou, también es del partido Nacional y tuvo que recorrer todo el país para asegurarse que la coalición gobernante se mantenga unida. Solo así pueden evitar el regreso al poder del Frente Amplio.

La alianza de partidos se mantuvo y eso le permitió a Delgado remontar la ventaja que sacó el Frente Amplio en la primera vuelta. Pero ahora hay entre un punto o menos según las encuestadoras del Uruguay.