Más de 300 mil personas en la Rural
Es el número que se alcanzará en los cuatro primeros días de la tradicional Exposición. El sábado la recorrieron más de 100 mil y para este domingo se espera un número similar
29 de julio de 2007
Este clásico del agro empezó el jueves pasado y, en tres días, ya convocó a 202.713 personas.
La exposición combina espacios abiertos y animales, restaurantes y stands de ropa; productos regionales y hasta la posibilidad de aprender cómo llegan los alimentos a la mesa. Todo junto en 120.000 metros cuadrados.
Este año la exposición coincide con las vacaciones de invierno, con lo cual, cada rincón está colmado de chicos que siempre encuentran algo que les llama la atención. Desde el tamaño de los toros hasta el color de los canarios. A todo esto, una de las actividades preferidas parecería ser la obtención de la mayor cantidad de souvenirs que reparten las promotoras.
Una de las diferencias respecto de otros años es la oferta gastronómica, que se encuentra mucho más ordenada.
De todos modos, por la gran cantidad de visitantes, las largas filas resultan ineludibles. En total son 12 lugares, en los cuales puede comerse una porción de vacío ($ 23) o cordero ($ 34), una gaseosa ($ 5) y un café ($ 4,25). No faltan las hamburguesas y el choripán ($ 4,50) y el vaso de vino ($ 5,50).
Un ranking de atracciones podría armarse así: los caballos, primero, seguidos por los bovinos; las cabras y las ovejas y los animales de granja, en franco ascenso y, después, los stands con juegos.
"A mí me gustan los caballitos" acota Irina Acosta, de 3 años, que visitó la exposición junto con su hermana, Eugenia, y sus padres.
"Estos conejos son enormes", dijo sorprendido Marcos Tarasido, de 8 años, ante el porte de los Gigantes de Flandes, una raza de conejos que, a todas luces, resultan gigantes. En el Pabellón Frers, donde están alojados los porcinos, aves, conejos y chinchillas, la sensación comercial son los llaveros de patita de conejo. "Vendemos 1000 en toda la exposición a cuatro pesos y ganamos más que con la carne", explicó Alicia Bertagna, responsable de las ventas.
Algo que va a faltar este año en la pista central son las jinetadas (fueron prohibidas a pedido de las asociaciones de protección de animales) y la Retreta del Desierto. Esta última fue reemplazada por un carrusel de bandas, según los organizadores "para no herir susceptibilidades".
Algunas empresas pusieron todo el ingenio para lograr que el público las eligiera entre los 600 competidores. Algunos ejemplos son el de Coca Cola, donde se forman largas filas para ingresar en un microcine en el que detallan las ventajas de la buena alimentación y la hidratación.
Pero fue la cabaña caprina Millenium la que improvisó el sorteo más esperado. Por el nacimiento de tres cabritos, idearon que los chicos anotaran un nombre sugerido para los animalitos. El que gane recibirá un premio, pero aún está en discusión cuál será, porque entregar un cabrito como mascota no parecería adecuado, ya que la gran mayoría del público reside en la ciudad.