Javier Milei firmó esta noche un veto total a la ley que modifica la fórmula previsional y recompone ingresos a los jubilados para dar un gesto de autoridad después del revés que recibió en el Senado, donde la norma se votó con amplísima mayoría y más de dos tercios del cuerpo.

Una vez más, el Presidente intenta pasar el mensaje de que está solo frente a una “casta política” a la que califica de “sucia” e “hipócrita” porque, según él, no cuida el equilibrio fiscal.

Tras la reunión con los diputados, en la Casa Rosada confirmaron que “el veto ya está listo”.

En rigor, durante toda la jornada trabajaron a contrarreloj en la Secretaría Legal y Técnica, a cargo de Javier Herrera Bravo, junto con los equipos de Economía y Anses, entre otros, para elaborar los informes técnicos que oficiaran de fundamento al veto.

Ese procedimiento fue terminado cuando Milei ingresó al encuentro con los legisladores y al salir, finalmente estampó su firma.

Milei avanzó luego de que los diputados de los bloques amigables le dieron su apoyo para defender el veto y de que buscarán evitar una reversión de su decreto en la Cámara baja. Dado que en el Senado la ley fue aprobada por más de dos tercios, la única alternativa que tiene el Presidente es que el veto sobreviva al no cosechar los suficientes rechazos en Diputados.

El Presidente firmó el veto luego del cónclave con los legisladores, pero recién saldría publicado en el Boletín Oficial el próximo lunes. Estuvo acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, informaron fuentes oficiales.

Entre los datos numéricos del impacto de la medida, se indica que asciende a 6.160.000.000.000 para el año 2024, es decir seis billones ciento sesenta mil millones de pesos, y unos 15.430.000.000.000 para el año próximo. Son importes que para el Gobierno “equivalen al 1,02% del Producto Bruto Interno (PBI) calculado para el año en curso; y de 1,64% de aquél, estimado para el año entrante”.