El libro del aprendiz de mago, creado por la escritora Joanne K. Rowling, es uno de los más "pirateados" en el "gigante" asiático. Se vende en plena calle, sin control
El personaje de Harry Potter puede que posea el poder de vencer a los magos malvados, pero no puede con los piratas chinos.
Ejemplares piratas en inglés de Harry Potter and the Deathly Hallows, el último libro de la exitosa serie de J.K. Rowling, han aparecido en las calles de Pekín, mostrando la habilidad de los piratas locales para realizar rápidamente copias de cualquier cosa que tenga éxito.
"Se vende realmente bien, especialmente entre los extranjeros", dijo un vendedor ambulante mirando las docenas de ejemplares distribuidos cerca del Xiushui o mercado de la "calle de la seda", un imán para la piratería.
"¿Quieres comprar esto también?", preguntó ofreciendo lo que parecían ser copias en DVD de Harry Potter y la Orden del Fénix, película recién estrenada. "Te hago un descuento si te llevas las dos juntas".
La copia de tapa blanda de la novela de Rowling, impresa de forma clara en un papel ligeramente áspero, vale unos 40 yuan (menos de 4 euros), 30 después de regatear (unos 2,80 euros), cuando en las librerías cuesta unos 210 yuan (20,11 euros) la edición inglesa y 218 yuan (20,88 euros) la estadounidense.
China ha prometido terminar con la piratería, que se ha convertido en un problema para las negociaciones comerciales con Estados Unidos y Europa. Pero los montones de ejemplares recién impresos de Potter recuerdan que todavía queda mucho para que Pekín cumpla su promesa.
Las compañías de derechos de autor estadounidenses denuncian que la piratería les costó 2.600 millones de dólares en ventas (1.883 millones de euros) en China en 2005.
En las calles chinas, los DVD piratas se venden por menos de un dólar, un precio mucho veces menor que el precio de las copias legales en los países ricos.