3 de diciembre de 2024
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20 de julio: Día del amigo
El Día Internacional del Amigo fue creado por el argentino Enrique Febbraro, profesor de psicología, filosofía, historia y odontólogo. Vive en San Cristóbal
20 de julio de 2007
El 20 de julio de 1969, mientras miraba por televisión la llegada del hombre a la Luna y veía que Neil Armstrong la pisaba y decía su famosa frase, pensó que era la fecha ideal para el día que quería dedicarle a la amistad, y se prometió a sí mismo que lograría convertirlo en un festejo internacional.
Antes de que la Apolo 11 regresara, envió 1000 cartas a 100 países, y recibió 700 respuestas. Había fundado “el día del amigo”. Para el profesor Febbraro, quien nació en 1924, el día del alunizaje representaba la conquista de toda la humanidad, y la posibilidad de estrechar nuevos lazos de amistad.
Visitó organismos nacionales, gubernamentales, municipales, políticos, religiosos, personajes notables y amigos para que adoptaran la idea y la difundieran. Fue logrando su cometido, poco a poco, primero fue el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que con un decreto autorizó la celebración y le dio un marco legal. Después se sumaron distintas entidades y se fue extendiendo por toda la Argentina y a algunos países de América Latina.
Hoy, en más de 100 países, cada 20 de julio los amigos se reúnen y festejan éste día. Por eso, al festejarlo honramos a su creador, un ser humano ejemplar, que fue dos veces candidato al Premio Nobel de la Paz, y que todavía , con 83 años cree que nunca es tarde para hacer un nuevo amigo.
Febbraro dice: “Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. El me enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que te ama te ayuda a crecer”.
*Consejos de Febbraro para conservar la amistad, sacados de su experiencia:
-Un amigo no aconseja, se mete en el problema, se embrolla, y ayuda al otro.
-Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo.
-Los sacramentos de la amistad son: simpatía, ternura, respeto, reciprocidad, lealtad, comprensión, desinterés, solidaridad, perseverancia y alegría.
-Hace falta callar, aunque se tenga razón, porque dos no pelean si uno no quiere.
-No hacer o decir nada que lastime u ofenda al otro.
-Acompañar siempre: en la soledad, el dolor o la alegría.
-Aceptar a las personas como son y querer hasta en el mínimo detalle, sin esperar recompensa.
-Olvidar los propios problemas y escuchar con oído y corazón de amigos.