Se produjo en una tubería de vapor, cerca de la terminal Gran Central, en el centro de Manhattan. Niegan que se trate de un acto terrorista. Hubo más de 20 heridos
La explosión accidental de un conducto de vapor subterráneo a la hora pico del cierre de oficinas en el centro de Nueva York provocó un muerto y más de 20 heridos este miércoles, suscitando breves escenas de pánico cerca de la estación Grand Central.
"Un conducto de vapor de 24 pulgadas (60 centímetros) instalado en 1924 estalló", dijo el alcalde Michael Bloomberg en rueda de prensa tras el incidente.
El alcalde precisó que una persona falleció a raíz de un ataque cardíaco y unas veinte personas resultaron heridas, en mayor o menor gravedad, además de "tres o cuatro bomberos", asistidos tras intervenir en el lugar.
"No hay razones para pensar que esto se debió a otra cosa que a una falla en la infraestructura", dijo Bloomberg, descartando una acción terrorista.
El sistema de calefacción urbana de Nueva York dispone de una vieja red subterránea de conductos que a menudo se rompen, provocando explosiones y escapes de vapor más o menos violentos.
La explosión sucedió a las 17H57 locales (21H57 GMT), precisó Bloomberg. Minutos después, una enorme columna vertical de vapor mezclado con humo negro salía como un géiser entre los rascacielos, a alta presión, desde un agujero en medio de calle
hasta por lo menos diez pisos hacia arriba, antes de dispersarse en una gigantesca nube artificial.
El siniestro, ocurrido sobre la Avenida Lexington a la altura de la calle 41, provocó una vibración constante y audible varias cuadras a la redonda durante una hora, suscitando escenas de pánico en momentos en que las calles estaban repletas de gente que regresaba a sus casas tras la jornada laboral.
La principal estación de subterráneo y trenes suburbanos de Manhattan, Grand Central, se encuentra a apenas una cuadra del lugar y la terminal fue evacuada por las autoridades, aunque algunos trenes siguieron circulando.
"Todo se sacudió, hubo una enorme explosión", dijo a la AFP Lilian Crespo, una mujer de 33 años que se trasladaba en automóvil junto a su marido, cuando se produjo el hecho.
Según Crespo, en llantos porque no encontraba a su marido, había un autobús cerca del incidente. "Era horrible, oí ruidos de parabrisas de los automóviles rompiéndose. Yo salí corriendo", dijo.
La enorme columna de vapor seguía saliendo del suelo media hora después del incidente, antes de disminuir sensiblemente en intensidad y detenerse casi por completo unas dos horas después.
"Había una enorme vibración y fuimos evacuados por el edificio, la gente estaba en pánico, como el 11 de setiembre", dijo a la AFP Henry Galarza, que se encontraba en el 420 de la avenida Lexington.
Otro testigo, Heiko Thieme, de 63 años y que trabaja para un banco de inversiones, dijo que se encontraba en el piso 27 de un edificio vecino cuando oyó la explosión.
"Fue como una enorme explosión de una bomba cerca, el edificio se estremeció y vi piedras volar a la altura del piso 27", dijo Thieme.
Según Bloomberg, el conducto "pudo haber explotado porque le cayó agua fría", pero dijo desconocer la causa exacta ni si había emanaciones contaminadas con amianto en el lugar.