La editorial alquiló terrenos donde los ejemplares tienen vigilancia 24 horas. Funcionarán 180 camiones y un tren especial para garantizar la distribución del libro y evitar que se sepa con anticipación el secreto mejor guardado de la última obra de la saga: si se muere o no el joven mago
A cinco días de la salida al mercado del último libro de Harry Potter, la prensa británica dio a conocer que la editorial Bloomsbury –que publica la historia del joven mago– gastó unos 10 millones de libras esterlinas (más de 20 millones de dólares) para evitar que se filtrara el contenido del séptimo episodio.
El sello alquiló terrenos en Gran Bretaña para guardar y proteger miles de ejemplares de "Harry Potter and the Deathly Hallows".
Varios equipos de seguridad vigilan allí las 24 horas del día.
La preventa del libro es un récord: el sitio Amazon.com ya registra más de 2 millones de ejemplares reservados.
El Correo Real británico informó que durante la noche del viernes al sábado trabajarán 180 camiones extra largos y un tren especial para garantizar la distribución de los libros, que comenzarán a venderse desde el primer minuto del sábado.
Esos vehículos están dotados de sistemas de vigilancia satelital para controlar que ninguno se desvíe de su ruta prevista.
Los libros irán en contenedores sellados y asegurados con alarmas.
El Correo señaló también que la planificación de la entrega de 600.000 libros a particulares que se hará el primer día se realizó con "precisión militar".
Bloomsbury indicó además que J. K. Rowling, la autora de la saga, hará una lectura pública en la medianoche del viernes, que podrá seguirse en vivo por Internet. Luego, la escritora chateará con algunos lectores.