Alarma: el agujero en la capa de ozono cambia la tendencia y se agranda
Los científicos buscan la razón. China es uno de los mayores productores de compuestos que deterioran la capa de ozono que protege a la Tierra de las radiaciones solares
24 de septiembre de 2023
Por José Calero
Algo cambió en el complejo proceso de gases, radiaciones solares y compuestos que terminan definiendo la atmósfera de la Tierra.
Los científicos venían detectando una disminución del agujero en la capa de ozono, clave para proteger la sobrevida de los humanos y el resto de las formas de vida sobre el planeta. Venían, porque este año la tendencia cambió. El hoyo comenzó a agrandarse de nuevo.
En este 2023, el agujero en la atmósfera podría ser el más grande desde 2015. Entre jueves 21 y viernes 22, se 'posó' sobre la Argentina.
Para suerte de los casi 7.900 millones de terrícolas, esa capa impide que los rayos solares conviertan al mundo en un pollo rostizado.
Cada año, el agujero de ozono se forma entre agosto y diciembre, lo que lleva a una mayor penetración de rayos UV, que tienen varios efectos nocivos sobre la salud, incluida la aparición de cáncer de piel.
En el Protocolo de Montreal de 1987 los países acordaron reducir las emisiones de carbono. Casi todos cumplieron, con excepción de China, que viene utilizando el carbón como fuente de energía barata.
En 2019, el agujero midió 6,3 millones de kilómetros cuadrados, su menor superficie desde que se lo calculó por primera vez en 1982.
Ahora, podría ser el más grande en ocho años, llegando a medir casi el triple, más de 16 millones de kilómetros cuadrados en agosto.
Los datos fueron revelados por el programa Copérnico de la Unión Europea.
Es que la reducción del ozono, provocada por elementos químicos y ambientales, se volvió a acelerar. Los expertos advierten que no se ha registrado una extensión de este tipo desde el 2015.
¿Qué lo provoca?
Científicos temen que la erupción del volcán submarino Hunga Tonga en enero de 2022 será una de las razones del renovado daño a la capa de ozono.
Esa erupción expulsó millones de toneladas de vapor de agua en la atmósfera. Ese vapor llegó a la estratósfera antártica a fines de 2022.
Este cambio pudo haber contribuido a la rápida disminución de ozono que se observó en agosto. Los analistas de distintos organismos espaciales vienen alertando sobre menores niveles de ozono, en especial, en los polos.
Referentes en materia climática de Europa dicen que el escenario podría ser mucho peor si no se hubiese aplicado el Protocolo de Montreal.
"Si no fuera por esas decisiones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, esta renovada reducción de la capa de ozono podría ser mucho más grave", explican.