El corte en el suministro de GNC, que lleva tres días, impide que unos 10 mil taxis puedan transitar por la Capital, mientras que las empresas de colectivos alertaron que el faltante de gasoil puede provocar un colapso en ese transporte y las remiserías decidieron aumentar la tarifa hasta 2 pesos el kilómetro.

Largas colas de taxistas, remiseros y fleteros pudieron observarse a lo largo de la jornada alrededor de las estaciones que vendían la nafta a precio diferencial.

Miles de conductores esperaron en vano que el gobierno anunciara este viernes la normalización del expendio de GNC, por lo que las estaciones continuaban vendiendo hasta 40 litros de nafta por vehículo, a un peso el litro.

Conseguir un taxi en horario pico se convirtió en una odisea para los porteños, que encima sufrieron durante algunas horas la interrupción de la línea A.

En las calles porteñas se hizo notoria durante toda la jornada la merma en la cantidad de vehículos.

En el interior del país los problemas eran tanto o más serios que en la zona metropolitana, ya que miles de industrias continuaron con las restricciones energéticas, a la espera de que se ponga en marcha el Plan Energía Total, por el cual se subsidiará la venta de gasoil y fuel oil para que llegue a las empresas al mismo tiempo que el gas.

En medio de este escenario, hubo quejas de usuarios porque remiserías de la Capital Federal y del conurbano bonaerense aumentaron su tarifa ante el incremento de la demanda.

Los remises cobran entre 1,20 y 1,70 el kilómetro según la zona donde prestan servicio y la categoría de los vehículos.

Vecinos denunciaron que hay remiserías que ya están pidiendo más de 2 pesos el kilómetro.

En el caso de los taxis, el presidente de la Asociación de Taxistas de la Capital, Luis Fernández, dijo que "hay unos 10 mil autos que sólo funcionan a GNC, y que desde hace tres días no trabajan".

"Más del 40 por ciento de los taxis porteños no trabaja, y si contamos que pueden trabajar hasta tres personas por taxi, podemos decir que cerca de 15 mil familias están siendo afectadas", explicó Fernández.

Por su parte, el secretario del sindicato de remiseros, Alejandro Poli, afirmó que, pese a la venta de naftas al precio del GNC, el 50 por ciento de los remises porteños está sin trabajar desde que comenzó el corte en el suministro de gas comprimido.