Román fue el artífice del juego argentino. Marcó un gol de penal de manera exquisita y sigue siendo el goleador del equipo. Se fue ovacionado por todo el público
El hombre orquesta de la selección de fútbol de Argentina, Juan Román Riquelme, fue la figura del partido semifinal que llevó al elenco de Alfio Basile a la final de la Copa América Venezuela-2007, en la cual se encontrará a Brasil, defensor del título.
Riquelme abrió el camino del triunfo en el primer tiempo con una jugada individual que derivó en falta y que el mismo 10 lanzó, como con la mano, para la aparición atropellada del defensor Gabriel Heinze a los 45 minutos, poco antes de finalizar el primer tiempo.
Algunos especialistas locales lo bautizaron "el 10 de América" por su calidad de malabarista para deshacerse de rivales o para ordenar el juego de Lionel Messi y Carlos Tévez, o en su defecto colocar la pelota en una zona peligrosa para habilitar a algún compañero.
Después del espectacular gol de sombrero de Lionel Messi (61), Riquelme anotó el tercero de penal (66) y continuó dirigiendo como el mejor a los albicelestes, que con el 3-0 terminaron jugando a media máquina.