Un estudio realizado en todo el país concluyó que la posibilidad de utilizar cocaína es siete veces mayor en la población que fuma y se quintuplica entre los bebedores
Un estudio a nivel nacional confirmó que existe relación entre el consumo de drogas legales e ilegales.
El uso de marihuana se triplica entre los consumidores problemáticos de alcohol y crece cinco veces entre los fumadores de tabaco.
Y algo similar ocurre con la cocaína: la probabilidad de consumir esta sustancia es siete veces mayor en la población que fuma y se quintuplica entre los bebedores compulsivos.
Son datos preliminares del Tercer Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas, un relevamiento que el Observatorio Argentino de Drogas de la Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico) concluirá en septiembre.
Realizado en localidades de 80.000 habitantes o más, de todo el país, recogió el testimonio de 13.500 personas de entre 12 y 65 años.
"Es la primera encuesta nacional de consumo que se ajusta a los parámetros internacionales. Una vez que el trabajo esté terminado, será un insumo clave para reforzar los programas de prevención y conocer las tasas de prevalencia y la cantidad de usuarios de drogas que hay en el país", apuntó Diego Alvarez, titular del Observatorio.
La socióloga Graciela Ahumada, quien se encuentra actual mente dedicada al análisis e interpretación de los datos, señala que el estudio confirma que los usos de drogas legales e ilegales están "fuertemente asociados: la probabilidad de consumo de marihuana entre los que fuman es 5 veces mayor que entre los no fumadores", dice, y subraya un dato que obliga a pensar: "Entre los adolescentes, el hecho de fumar cigarrillos incrementa la probabilidad de consumo de esa sustancia en 10 veces más, mientras que esta relación es mucho menor entre la población adulta".
"En relación a la cocaína, la población que fuma consume 7 veces más que la que no lo hace: entre los adolescentes, ese número se eleva a 11", continúa Ahumada.
Y la prevalencia se quintuplica entre los que toman alcohol de manera "problemática", es decir, cuando el consumo afecta negativamente al usuario o a terceros en la salud, la armonía familiar, el rendimiento laboral o escolar, la seguridad personal y/o el funcionamiento social.
Estudios anteriores de pacientes en tratamiento ya habían demostrado que el primer paso hacia las adicciones son las drogas legales.
"Sabíamos que son, en general, las drogas de inicio, pero esta encuesta nos permite analizar otros factores que alimentan esta fuerte relación entre ambos consumos. Hoy sabemos que quien fuma tabaco o toma en exceso tiene -por su perfil experimentador, por su entorno y hasta por ciertas cuestiones genéticas- más probabilidades de acercarse a la cocaína, la marihuana u otras sustancias", dice Alvarez.