Dos represas podrían quedar paradas en los próximos días por la falta de lluvias. Entre las dos aportan más de mil megavatios, imprescindibles en la situación actual
Los factores climáticos siguen impactando fuerte en el sistema energético argentino.
Luego de que la ola de frío provocara escasez de gas, las escasas lluvias en determinadas zonas de la Argentina podrían ser el motivo para que dos importantes hidroeléctricas cierren en pocos días.
El caudal de los ríos está demasiado bajo como para permitir operar.
De continuar el consumo al actual nivel y de no presentarse en las próximas jornadas abundante caída de agua, las centrales neuquinas de Piedra del Águila y Pichi Picún Leufú podrían tener que suspender sus operaciones.
Entre las dos hidroeléctricas aportan al sistema energético nacional más de 1.000 megavatios, vitales en estas épocas de crudo frío y abundante consumo eléctrico.
Según las previsiones de los expertos, esta semana no se avizoran lluvias salvo algunas nevadas en la zona cordillerana.
Sin embargo, falta bastante calor para que el deshielo pueda ayudar.
La semana entrante tampoco los pronósticos son alentadores para los técnicos que consultan más el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que ninguna otra cosa.
Piedra del Águila pierde la friolera de 80 centímetros de agua cada siete días.
Según las evaluaciones oficiales, de continuar con esta alarmante escasez de lluvias, el miércoles 11 de julio tanto Piedra del Águila como Pichi Picún Leufú deberían salir de funcionamiento en forma temporaria.