La doble derrota electoral del domingo fatal del 24 de junio parece haber acelerado los tiempos en el gobierno. El 19 de julio anunciarían su candidatura pero demorarían la del vice
Parece que se viene nomás la candidatura de Cristina Fernández a la presidencia en representación del oficialismo.
Y que Néstor Kirchner está dispuesto a ser el "primer caballero".
Cristina Fernández de Kirchner lanzará su postulación el jueves 19 de julio, con un acto público en la ciudad de La Plata.
La decisión se tomó en esta semana, en una larga cena que compartieron en la Quinta de Olivos el presidente, Néstor Kirchner, su esposa y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
La definición sólo incluye en primera instancia a Cristina como candidata, pero se reafirmará la idea de la "concertación plural" que impulsa Kirchner. Con respecto al acompañante, el Gobierno esperará a que después del 19 de julio haya un plenario de los radicales K -encabezados por los gobernadores- que nominarán al candidato a vicepresidente. Y se descuenta que el mendocino Julio Cobos sería el elegido para secundar a la senadora.
El lugar elegido para el lanzamiento es la ciudad que vio nacer a Cristina, además de la capital de la provincia que representa en el Senado. El kirchnerismo espera cosechar en el distrito bonaerense la mayor cantidad de votos posibles, ya que su volumen electoral es determinante para el resultado a nivel nacional.
Y además, el Gobierno intenta escaparle a la Capital Federal en una expresa toma de distancia de una ciudad que acaba de mostrar su hostilidad al kirchenrismo, al darle un holgado triunfo a Mauricio Macri en las elecciones a jefe de Gobierno porteño.
Aunque todavía faltan definir detalles como el lugar del acto en La Plata está definido que Cristina será la única oradora y la única que estará arriba del palco. Por su parte, Kirchner, los integrantes del Gabinete nacional, la mayoría de los gobernadores, legisladores nacionales y provinciales se sentarán en las primeras filas de una platea preferencial.
La posibilidad de su candidatura, mencionada por el Presidente en casi todos los actos públicos de los últimos tiempos bajo la metáfora "pingüino o pingüina", comenzó a ser evaluada más seriamente a fines del año pasado, tras la dura derrota que el kirchnerismo sufrió en Misiones a manos del obispo Joaquín Piña.
Además del freno a la reelección que tuvo el gobernador kirchnerista de Misiones, Carlos Rovira, días después también cayeron los proyectos reeleccionistas de otros dos gobernadores oficialistas, el jujeño Eduardo Fellner y el bonaerense Felipe Solá.
En esos días, Kirchner les dejó saber a sus colaboradores que la oleada anti-reelección podía terminar con la posibilidad de que él mismo fuera por un segundo mandato, pese a que la Constitución nacional se lo permite. Allí comenzó a crecer como nunca antes la hipótesis de Cristina.
Las encuestas consultadas por el Gobierno indican que, pese a que Kirchner le lleva ventaja cuando se mide la intención de voto contra los candidatos de la oposición, Cristina también se despega y los guarismos le permitirían triunfar en primera vuelta.
Las derrotas que el kirchnerismo sufrió el último domingo en Capital y en Tierra del Fuego aceleraron las definiciones. Kirchner necesita una contraofensiva que le permita retomar la iniciativa política y cree que la candidatura de Cristina le dará nuevos aires al proyecto de continuidad del oficialismo en el poder.