La policía británica detectó dos coches bomba en pleno centro de la capital británica, que encendieron la alarma ante la posibilidad de que se produzcan más atentados
La policía británica confirmó este viernes la neutralización de un segundo coche bomba en el centro de Londres, horas después de encontrar un primer auto cargado con explosivos, en incidentes "relacionados" que habrían podido provocar una gran cantidad de víctimas.
Los hallazgos incrementaron el temor ante una posible reaparición de acciones terroristas del grupo Al Qaida en la capital británica, dos días después de que un nuevo gobierno, encabezado por Gordon Brown, asumiera en funciones y a una semana del aniversario de los ataques del 7 de julio de 2005, que causaron la muerte de 52 personas.
"Como en el caso del primer artefacto, (el segundo) estaba listo para ser utilizado y fue neutralizado por la brigada de explosivos", declaró el jefe de la brigada antiterrorista de la Policía Metropolitana, Peter Clarke.
"Estos vehículos están claramente relacionados", algo "evidentemente preocupante", agregó.
El segundo vehículo, un Mercedes azul, fue hallado cerca del céntrico distrito londinense de Haymarket.
Mientras el primer auto fue encontrado por personal de seguridad, que llamó a la policía, el segundo había sido mal estacionado en la calle Cockspur, por lo que fue llevado a un depósito en Park Lane, cerca de Hyde Park, donde los explosivos fueron descubiertos, luego de que la policía fuera alertada.
"Había considerable cantidad de combustible y recipientes de gas. Como en el primer vehículo, había una gran cantidad de clavos", precisó Clarke.
Según, Anthony Glees, experto en inteligencia de la Universidad de Brunel, se trató de un aviso de "Al Qaida a Gordon Brown".
El primer ministro británico declaró antes del hallazgo del segundo coche bomba que Londres se enfrentaba a una "amenaza terrorista constante y grave".
Clarke no especuló en torno a responsables, luego de que el primer auto fuera encontrado afuera de la discoteca Tiger Tiger en Haymarket, cerca de Piccadilly Circus.
Sin embargo, la nueva ministra del Interior, Jacqui Smith, estimó que la detonación del vehículo podría haber causado un número "considerable" de víctimas.
Clarke subrayó que todavía era demasiado temprano para "especular" sobre la posibilidad de que la discoteca fuera el blanco del coche bomba.
El pasado noviembre un musulmán británico, Dhiren Barot, fue condenado a cadena perpetua por haber planeado la explosión de tres vehículos repletos de recipientes de gas y explosivos en estacionamientos subterráneos.
Ese mismo mes, la ex jefa del MI5, Elizabeth Manningham-Buller, reveló que los servicios secretos tenían conocimiento de cerca de 30 complots terroristas y aseguró haber desbaratado "cinco muy importantes" desde los atentados de julio de 2005.
Las amenazas terroristas significaron un bautismo de fuego para Brown y Smith.
La ministra declaró que su país enfrentaba "la más seria y sostenida amenaza a nuestra seguridad de parte del terrorismo internacional".
Brown llamó a la población a mantenerse "en alerta" en todo momento y añadió que el nivel de vigilancia desplegado el viernes se mantendría en los próximos días.
Por su parte, la ministra del Interior solicitó a los ciudadanos que denunciaran a las autoridades cualquier comportamiento sospechoso.
El comité "Cobra", que reúne a representantes de los principales órganos del gobierno y a los servicios de inteligencia en caso de crisis de seguridad nacional, se reunió el viernes por la mañana.
El primer coche bomba, un Mercedes verde, fue hallado cerca de la discoteca "Tiger Tiger" hacia las 02H00 locales (01H00 GMT), después de que los servicios de ambulancia, que se encontraban en el lugar para atender a un enfermo, avisaran a la policía al ver que salía humo del auto.
En su interior, se encontró "una cantidad importante de gasolina en grandes recipientes" -60 litros según fuentes policiales-, "recipientes de gas" y un "gran número de clavos", explicó Clarke.
Los investigadores cuentan con varias cámaras de vigilancia para seguir el rastro del conductor del Mercedes, que emprendió la fuga antes de la llegada de la policía, según los testigos.