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3 de diciembre de 2024
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Renunció el presidente de Israel
Admitió su culpabilidad en varios delitos de acoso sexual y presentó su carta de dimisión al Parlamento. Ahora, será enjuiciado por actos indecentes
29 de junio de 2007
El presidente israelí presentó este viernes su carta de dimisión tras haber alcanzado un acuerdo al margen de los tribunales en el que admite su culpabilidad en varios delitos de acoso sexual.

Moshé Katzav presentó su carta de dimisión a la presidenta del Parlamento (Kneset), Dalia Itzik, después de conocerse ayer que será encausado por actos indecentes y acoso sexual, y no por violación como se esperaba en un principio.

La renuncia entrará en vigor el domingo por la mañana, momento en el que Itzik asumirá la Presidencia de forma interina hasta la entrada en funciones del presidente electo, Shimon Peres, prevista para el próximo 15 de julio.

Según informó hoy la radio pública israelí, la Fiscalía también tiene previsto el domingo presentar un acta de acusación revisada contra Katzav ante el juzgado de paz de Jerusalén.

Organizaciones de mujeres y a favor de las víctimas de abusos sexuales han convocado para la noche del sábado una marcha en la Plaza Rabín de Tel Aviv, en la que se exigirá que se anule el acuerdo negociado entre los abogados de Katzav y la Fiscalía, y que éste sea juzgado por violación.

El asesor jurídico del Estado, Menajem Mazuz, precisó que los cargos por los que será encausado Katzav podrían ser castigados con una pena máxima de 10 años de prisión, pero la Fiscalía General recomendó que Katzav sólo sea condenado a libertad condicional.

Katsav, quien era hasta hoy formalmente presidente del Estado pese a que se encontraba eximido de sus funciones por el Parlamento, deberá también pagar a sus víctimas una indemnización cuyo monto no ha sido revelado.

Una de las mujeres que demandaron a Katzav, una joven identificada como "A", insistió ayer en que el jefe del Estado la forzó a mantener relaciones sexuales unas 3 o 4 veces y que la amenazó con arruinar su vida si no hacía lo que él decía.

En una rueda de prensa en Tel Aviv, la denunciante explicó que Katzav se abalanzó sobre ella en la oficina y que fue forzada a mantener relaciones sexuales porque no tuvo "fuerzas para impedirlo".

"A", que ha mantenido su identidad oculta durante todo el proceso legal, dijo que Katzav solía telefonearle a su casa por las mañanas y pedirle que acudiera al trabajo con minifalda y sin ropa interior.

Según sus declaraciones a la prensa, la demandante indicó que el presidente también le comentó en una ocasión que soñaba con ella cuando hacía el amor con su mujer Gila.

Calificó al político de ser un "pervertido y un acosador sexual en serie" y que había "aterrorizado su cuerpo y su alma".

También se lamentó de que los "acosadores sexuales estén autorizados y legitimados a hacer cualquier cosa que se les ocurra, sin ser castigados por la ley".

El acuerdo alcanzado antes del juicio ha desatado duras críticas por parte de la prensa y la opinión pública, y ante esta situación el asesor jurídico Mazuz se reafirmó en que no había pruebas fehacientes que corroboraran las sospechas de violación.

Se trata de la supuesta violación de dos funcionarias que trabajaron para él cuando era ministro de Turismo a finales de los noventa y siendo presidente, a partir de 2000. Esos cargos han sido anulados en el acuerdo, así como los de fraude, violación de la confianza y soborno.