Alejandro, un albañil que trabajó para Gabriel Novaro, aseguró hoy que el abogado que estuvo atrincherado durante siete horas en su casa del Barrio Parque, poco antes había ido a su vivienda y le había exigido que se "corte la mano", a manera de un "ritual" para "demostrarle fidelidad".

Ese incidente, denunciado por el albañil ante la policía, fue el que desencadenó posteriormente la decisión de Novaro de atrincherarse en su casa, fuertemente armado, y comenzar a disparar hacia la calle, impidiendo la entrada de los uniformados que intentaban reducirlo.

Según contó el albañil, en el momento en que se produjo ese primer incidente, Novaro estaba armado y "muy nervioso, violento, como loco", aunque finalmente nadie salió herido.

Alejandro relató que se encontraba en su casa junto a su mujer, Silvia, y poco después de la medianoche supieron que Novaro se acercaba a su casa, junto a su novia -la modelo Virginia Kel, embarazada de siete meses-, para hacerle "un fuerte reclamo".

"Me pidió que me cortara la mano con un taladro para demostrarle mi fidelidad", contó el albañil en declaraciones formuladas a varias radios porteñas.

Contó que Novaro tenía un arma en sus manos, y le decía: "Te voy a hacer mierda, te voy a matar", ante lo cual él le pedía que se calmara y que dejara el arma.

También señaló que en un momento, cuando logró sacarle el arma de fuego que tenía, "agarró otra, más chica, y me la puso en la sien, diciéndome que me iba a matar".

El obrero puso de relieve que él siempre le hacía a Novaro "todo tipo de trabajos" en su vivienda de la calle Juez Tedín de ese exclusivo barrio porteño, y que ambos mantenían una "buena relación".

Antes de atrincherarse en su vivienda, aparentmente Novaro había ido a reclamarle a Alejandro por no haber terminado un trabajo que le había pedido, en unas cortinas.

Justamente a raíz de la denuncia que hizo el albañil, personal policial fue hasta la casa de la calle Juez Tedín y allí el abogado decidió atrincherarse, fuertemente armado.