21 de noviembre de 2024
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"El sueño de que haya un único candidato opositor es imposible"
Lo dijo el titular de PRO. Consideró que con varios postulantes se potencia la posibilidad de que haya ballottage en la presidencial. Asume el 10/12
26 de junio de 2007
Un día después de su victoria en las elecciones porteñas, Mauricio Macri recibió a Clarín en su departamento de Barrio Parque. estas fueron sus principales definiciones.
—¿Cree que habrá diálogo o tensión con el Gobierno?
—Nosotros apostamos al diálogo. La gente espera que los dirigentes dialoguen. Yo quiero reunirme con Kirchner para ver cómo vamos a coordinar esfuerzos sobre la Capital. El presidente debe querer, como nosotros, que la Argentina viva mejor.
—¿Y cuál será el tema prioritario?
—Las autonomías. La derogación de la Ley Cafiero... Lo que viene después corresponde que primero lo hable con el Presidente y no con los periodistas.
—¿Piensa que el Gobierno le va a poner obstáculos para gestionar?
—No debería haber obstáculos. Los obstáculos se los pondrían a los vecinos y no a nuestra gestión. Acá la que decidió un cambio es la gente, que espera resultados concretos en el corto plazo.
—Kirchner dice que prefiere una transición corta para la Ciudad, pero Telerman no piensa la mismo. ¿Qué le parece a usted?
—No queremos adelantar el traspaso. Institucionalmente corresponde asumir en diciembre y a nosotros nos viene bien. Nos va a dar tiempo para incorporar más gente a nuestros equipos y para perfeccionar los proyectos. El 10 de diciembre vamos a presentar un conjunto de medidas y planes que entusiasmen a la población.
—¿No le parece que el electorado puede llegar a pensar que falta mucho tiempo para diciembre?
-Hay mucha ansiedad en la gente, es verdad. Pero hay que respetar el proceso y tener paciencia.
—¿Cree que la gente dejó de lado la ideología para votarlo?
—Nosotros hablamos de valores durante la campaña, de convicciones que tienen que ver con una política más sana y transparente. De propuestas más concretas. No hablamos de modelos teóricos inentendibles.
—¿Su gestión será marketinera?
—No, va a ser una gestión de temas concretos. No hace falta tener un canal de cable para que la gente viva mejor. De golpe, es mejor que no haya caca de perro en las calles, que los árboles estén podados, que la calle esté limpia. Eso no es marketing, eso es que la gente viva mejor.
—¿Le molesta que lo califiquen de dirigente de centroderecha?
—No, ya no. Me parece que encasillar las cosas en esos términos es facilitarle la mentira a quienes disfrazan todos sus problemas de gestión en modelos.
—¿Cree en las ideologías?
—Por supuesto, ¿cómo no voy a creer? Con nuestro valores hemos defendido una ideología. La frase de PRO es: hay que hablar menos y hacer más.
—¿Y dónde se ubica en el arco ideológico?
—Yo diría que somos de centro. El conjunto de gente que forma PRO es más orientado a una mezcla de centro. Pero la Argentina ha tenido una enorme confusión. El peronismo y el radicalismo, en su proceso de desintegración, han generado un cuadro imposible de alinear.
—¿Qué quiere decir cuando habla de ayudar a construir una alternativa al Gobierno para octubre?
—Sin apuro, vamos a estudiar de qué forma podemos hacer un aporte para consolidar la política nacional que hoy está desequilibrada. El poder está todo en el oficialismo y del otro lado hay una sensación de vacío.
—¿Se va a meter en ese armado?
—No, vamos a colaborar. Nuestra prioridad es el 10 de diciembre. Lo segundo es el tema nacional.
—¿Prevé reunirse con López Murphy esta semana?
—Si pensamos que es necesario, sí. Por el momento no está previsto, queremos terminar de planificar las líneas de trabajo.
—López Murphy está ansioso...
—El ha sido un partícipe importante de este éxito en la Ciudad. Todavía debe estar festejando, no creo que tenga tanta ansiedad.
—¿El dice que es inevitable, que usted lo va a apoyar?
—No voy a hacer comentarios.
—¿Hoy usted prefiere un sólo candidato para enfrentar al kirchnerismo o a varios?
—A esta altura, el sueño de la gente de que haya un único candidato de la oposición es imposible. Así que refuerzo mi teoría de que varios candidatos potencian la chance de ir a segunda vuelta.
—Pero ustedes habían impulsado el armado de un frente opositor...
—No, no. Fue un razonamiento ideal que planteó Gabriela Michetti filosofando en un largo reportaje, pero sólo fue una expresión de deseos. Es una idea que yo había intentado antes, pero fue imposible. Fue una de las razones por las que tomé la decisión de ir a la Capital. Hay imposibilidad de diálogo entre los opositores. Hay demasiados personalismos, demasiados enojos.
—¿La oposición enfrentará a Kirchner o a Cristina?
—No sé, pregúntenle a ellos. A esta altura ya estoy confundido. Ella es mucho más débil para enfrentar la reelección que él. Pienso que ya no pueden manosear más el tema. Deberían decirle a la gente quién va a ir.
—¿En octubre puede impulsar a Blumberg en la provincia?
—Todavía no estamos listos para hablar. Por ahora, nuestro precandidato es Jorge Macri.
—¿Pero le ofreció la candidatura a gobernador hace tiempo?
—Sí, lo hablamos. Pero ahora estamos menos apurados...
—¿El título de ingeniero que no posee es un obstáculo?
—Tendrá que verlo él en la relación que había construido con la gente. Para nosotros fue una falta grave. Pero no estamos en condiciones de tomar una decisión.
—¿Podría haber algún candidato sorpresa?
—Uno siempre sueña con alguna sorpresa que sacuda el escenario político, pero no es muy factible. Por ahí lo convencemos a Riquelme para que sea candidato. Sacaría unos cuantos votos, ¿no?
—¿Cree que habrá diálogo o tensión con el Gobierno?
—Nosotros apostamos al diálogo. La gente espera que los dirigentes dialoguen. Yo quiero reunirme con Kirchner para ver cómo vamos a coordinar esfuerzos sobre la Capital. El presidente debe querer, como nosotros, que la Argentina viva mejor.
—¿Y cuál será el tema prioritario?
—Las autonomías. La derogación de la Ley Cafiero... Lo que viene después corresponde que primero lo hable con el Presidente y no con los periodistas.
—¿Piensa que el Gobierno le va a poner obstáculos para gestionar?
—No debería haber obstáculos. Los obstáculos se los pondrían a los vecinos y no a nuestra gestión. Acá la que decidió un cambio es la gente, que espera resultados concretos en el corto plazo.
—Kirchner dice que prefiere una transición corta para la Ciudad, pero Telerman no piensa la mismo. ¿Qué le parece a usted?
—No queremos adelantar el traspaso. Institucionalmente corresponde asumir en diciembre y a nosotros nos viene bien. Nos va a dar tiempo para incorporar más gente a nuestros equipos y para perfeccionar los proyectos. El 10 de diciembre vamos a presentar un conjunto de medidas y planes que entusiasmen a la población.
—¿No le parece que el electorado puede llegar a pensar que falta mucho tiempo para diciembre?
-Hay mucha ansiedad en la gente, es verdad. Pero hay que respetar el proceso y tener paciencia.
—¿Cree que la gente dejó de lado la ideología para votarlo?
—Nosotros hablamos de valores durante la campaña, de convicciones que tienen que ver con una política más sana y transparente. De propuestas más concretas. No hablamos de modelos teóricos inentendibles.
—¿Su gestión será marketinera?
—No, va a ser una gestión de temas concretos. No hace falta tener un canal de cable para que la gente viva mejor. De golpe, es mejor que no haya caca de perro en las calles, que los árboles estén podados, que la calle esté limpia. Eso no es marketing, eso es que la gente viva mejor.
—¿Le molesta que lo califiquen de dirigente de centroderecha?
—No, ya no. Me parece que encasillar las cosas en esos términos es facilitarle la mentira a quienes disfrazan todos sus problemas de gestión en modelos.
—¿Cree en las ideologías?
—Por supuesto, ¿cómo no voy a creer? Con nuestro valores hemos defendido una ideología. La frase de PRO es: hay que hablar menos y hacer más.
—¿Y dónde se ubica en el arco ideológico?
—Yo diría que somos de centro. El conjunto de gente que forma PRO es más orientado a una mezcla de centro. Pero la Argentina ha tenido una enorme confusión. El peronismo y el radicalismo, en su proceso de desintegración, han generado un cuadro imposible de alinear.
—¿Qué quiere decir cuando habla de ayudar a construir una alternativa al Gobierno para octubre?
—Sin apuro, vamos a estudiar de qué forma podemos hacer un aporte para consolidar la política nacional que hoy está desequilibrada. El poder está todo en el oficialismo y del otro lado hay una sensación de vacío.
—¿Se va a meter en ese armado?
—No, vamos a colaborar. Nuestra prioridad es el 10 de diciembre. Lo segundo es el tema nacional.
—¿Prevé reunirse con López Murphy esta semana?
—Si pensamos que es necesario, sí. Por el momento no está previsto, queremos terminar de planificar las líneas de trabajo.
—López Murphy está ansioso...
—El ha sido un partícipe importante de este éxito en la Ciudad. Todavía debe estar festejando, no creo que tenga tanta ansiedad.
—¿El dice que es inevitable, que usted lo va a apoyar?
—No voy a hacer comentarios.
—¿Hoy usted prefiere un sólo candidato para enfrentar al kirchnerismo o a varios?
—A esta altura, el sueño de la gente de que haya un único candidato de la oposición es imposible. Así que refuerzo mi teoría de que varios candidatos potencian la chance de ir a segunda vuelta.
—Pero ustedes habían impulsado el armado de un frente opositor...
—No, no. Fue un razonamiento ideal que planteó Gabriela Michetti filosofando en un largo reportaje, pero sólo fue una expresión de deseos. Es una idea que yo había intentado antes, pero fue imposible. Fue una de las razones por las que tomé la decisión de ir a la Capital. Hay imposibilidad de diálogo entre los opositores. Hay demasiados personalismos, demasiados enojos.
—¿La oposición enfrentará a Kirchner o a Cristina?
—No sé, pregúntenle a ellos. A esta altura ya estoy confundido. Ella es mucho más débil para enfrentar la reelección que él. Pienso que ya no pueden manosear más el tema. Deberían decirle a la gente quién va a ir.
—¿En octubre puede impulsar a Blumberg en la provincia?
—Todavía no estamos listos para hablar. Por ahora, nuestro precandidato es Jorge Macri.
—¿Pero le ofreció la candidatura a gobernador hace tiempo?
—Sí, lo hablamos. Pero ahora estamos menos apurados...
—¿El título de ingeniero que no posee es un obstáculo?
—Tendrá que verlo él en la relación que había construido con la gente. Para nosotros fue una falta grave. Pero no estamos en condiciones de tomar una decisión.
—¿Podría haber algún candidato sorpresa?
—Uno siempre sueña con alguna sorpresa que sacuda el escenario político, pero no es muy factible. Por ahí lo convencemos a Riquelme para que sea candidato. Sacaría unos cuantos votos, ¿no?