Los médicos le aconsejaron descansar. A los 95 años se sometió la semana pasada a exámenes en un hospital londinense
Por consejo médico abandonó su ginebra y su aperitivo dulce Dubonnet del almuerzo y hasta su tradicional martini de todas las tardes.
También fue vista caminar ayudada por un bastón. Y este martes anunció que no asistirá a la recepción de la cumbre sobre el clima del lunes próximo en Glasgow tras haber permanecido la semana pasada una noche en el hospital para someterse a exámenes “preliminares”.
Sus súbditos se preguntan hoy qué le sucede a la Reina Isabel II, de 95 años y que en 2022 cumplirá las bodas de platino al frente de la monarquía británica.
Hace una semana, la reina pasó una noche en el hospital y horas después de reanudar sus actividades mediante videoconferencia, decidió “a su pesar” anular su desplazamiento a la COP26 sobre el clima que se celebrará entre el 1° y el 12 de noviembre en Escocia.
Este mediodía, la soberana apareció sonriente luciendo un vestido amarillo en su encuentro por videollamada con dos nuevos embajadores en el Reino Unido desde el castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres.
Pero unas horas después, el palacio de Buckingham anunció que la soberana tenía que reducir el ritmo laboral.
El parte fue contundente: ”Tras recibir un aviso aconsejándole descansar, la reina efectúa tareas leves en el castillo de Windsor. Su Majestad decidió a su pesar que no viajará a Glasgow para asistir a la recepción de la COP26 el lunes 1 de noviembre”, anunció el palacio en un comunicado.
Y añadió: ”Su Majestad está triste de no poder asistir a la recepción pero se dirigirá a los delegados reunidos mediante un mensaje grabado en video”.
Su presencia en la conferencia del clima de la ONU a principios de la próxima semana en Glasgow era muy esperada. Últimamente la familia real se había pronunciado en numerosas ocasiones por temas relacionados con el medioambiente.
rob