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3 de diciembre de 2024
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La hinchada de Boca también fue local en Porto Alegre
Alentaron durante todo el partido y cuando Boca pasó a ganar fueron la única voz que se escuchaba en el estadio. 50 mil brasileños quedaron sepultados bajo el grito xeneize
20 de junio de 2007
Los colores azul y oro se hicieron notar en Porto Alegre.

El estadio Olímpico ofició de templo para decenas de miles de fieles que llegaron con pasión casi religiosa al partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América entre Boca Juniors y Gremio.

Uno de los famosos que no podía faltar a la ocación es el peluquero y empresario Roberto Giordano.

En medio de la hinchada de Boca, desplegó una enorme bandera con el rostro de Juan Román Riquelme.

Por otro lado, muchos simpatizantes del Gremio muchos pasaron antes por iglesias para rezar.

Prácticamente desde la mañana se agolparon cientos de fanáticos gremistas luciendo el manto sagrado (su casaca) en los portones externos para comenzar una ronda de beberaje y cánticos de aliento al tricolor.

Pero también estaban apostados decenas de vendedores ambulantes de comidas y distintivos del Gremio, compartiendo espacio con numerosos cambistas que pululaban por los callejones aledaños y buscaban su primavera con el once local más vendedor de la Copa, con promedio de 40.000 boletos por juego.

Precio de las entradas:

La tribunas populares pasaron de costar 50 reales (algo menos de 25 dólares al cambio) a 300 reales. Ya las laterales de 120 reales llegaban a ofrecerse a 400 y en el caso de plateas podían alcanzar los 500 (USD 250).

Fuera del estadio hubo constante lanzamiento de cohetes y fuegos, cánticos contra Boca y hasta hinchas luciendo carteles en forma de féretro con los colores del club argentino. Móviles de periodistas también llevaban su parte con gritos, golpes y escupitajos, básicamente argentinos y los que venían de Sao Paulo.