Los estudios preliminares indican que administrar una inoculación de refuerzo contribuye a contener nuevos brotes de otras variantes
El Gobierno de Israel informó que más de un millón de personas mayores de 50 años han recibido una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
El país comenzó a ofrecer los refuerzos a su población de edad avanzada hace dos semanas, convirtiéndose en el primero del mundo que utiliza una vacuna occidental para hacerlo.
“Inocular a un millón de personas con la tercera dosis en dos semanas es un logro muy bueno, pero no es suficiente”, dijo Nitzan Horowitz, ministro de Salud. “Solo si seguimos inoculando a las personas con la tercera dosis, y a los ciudadanos que aún no se han vacunado en absoluto, a un ritmo rápido, superaremos la crisis sin recurrir a los bloqueos”.
El Primer Ministro, Naftali Bennett, dijo el lunes que más de la mitad de la población objetivo ha recibido ya la vacuna de refuerzo. Lo calificó de “gran logro” e instó a quienes no han recibido el refuerzo a que lo hagan cuanto antes. “Es la única manera de proteger nuestra salud y nuestros medios de vida”, dijo.
“Hemos llegado a un millón de ciudadanos que se han responsabilizado de sí mismos y de quienes los rodean y han sido vacunados con la tercera dosis. Si bien esta es una cifra maravillosa y un gran logro, todavía queda mucho trabajo por delante”, agregó el mandatario.
“Los ciudadanos de Israel son los primeros en el mundo en recibir la tercera dosis. Solo así podemos salvaguardar tanto la salud como los medios de vida. Quien aún no se haya vacunado, hágalo ahora“, insistió el mandatario israelí.
Israel fue uno de los líderes mundiales en la vacunación de su población a principios de este año, utilizando la vacuna de Pfizer/BioNTech. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido un aumento de los casos de COVID-19, propagados en gran medida por la variante delta.
Muchos de los casos se han producido en personas que ya estaban inmunizadas, lo que hace temer que la vacuna pierda eficacia con el tiempo.
Por su parte, EEUU
está desarrollando un plan para empezar a ofrecer las dosis de refuerzo de la vacuna, algo que podría suceder a partir de septiembre.
El
New York Times, que especifica que sus fuentes son personas conocedoras de la iniciativa, apunta que de administrarse esta tercera dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, las primeras irían a parar a las residencias de ancianos y a los trabajadores del sector sanitario.
La Administración de Joe Biden, que cuenta con unas reservas de 100 millones de vacunas, tiene previsto además inyectar la dosis de refuerzo de la misma farmacéutica que cada uno de los pacientes haya recibido inicialmente, y aunque se ha planteado iniciar el esfuerzo en octubre, no se ha cerrado un calendario definitivo.
Los planes de administrar esta tercera dosis están siendo desarrollados pese a que numerosos expertos aseguran que aún no hay pruebas suficientes de que la protección contra el covid severa que proporciona la vacuna esté descendiendo en EEUU, pero los representantes del Gobierno afirman que no pueden esperar a llegar a un momento crítico y retrasar los esfuerzos logísticos de la tercera dosis, asegura el Times.
Los nuevos planes de vacunación en EEUU se producen en un momento en el que una nueva ola de infecciones está afectando a la nación, y los hospitales de algunos estados como Texas, Louisiana y Mississippi vuelven a recibir un gran número de infectados de coronavirus, la mayoría de los cuales no han sido vacunados.
rob