En medio de un clima de "guerra", hinchas de Boca y de Gremio se cruzaron fuerte en las calles de Porto Alegre.

Un micro amarillo llevaba hinchas argentinos, pero otro de Gremio inició una guerra de piedras. Hubo vidrios rotos y miedo en el ambiente.

Otro micro con hinchas de Boca fue detenido en la frontera con Brasil, sin demasiadas explicaciones.

Los policías miraron de reojo pero no intervinieron.

"Brasileños, brasileños, que amargados se te ve, Maradona es más grande, es más grande que Pelé", gritan los hinchas de Boca.

A pocas horas del trascendental choque, no aparecen hinchas de Boca por la calles de esta ciudad gris. Algunos, camuflados en su gran mayoría, salen a comer y sin perder tiempo vuelven al hotel.

Es curioso y divertido lo que se ve en la esquina de dos Passos al 100. Desde las ventanas de un hotel, se asoman varios fanáticos de Boca y les dedican un repertorio musical a los de Gremio. Estos no se quedan atrás: responden a cada una de las canciones y se arma un furioso ida y vuelta, en plena calle y ante la vista de los transeúntes que, en algunos casos, no tienen idea de qué se trata.

"Pegan" primero los de Boca: "Esta es tu hinchada la que tiene aguante, la que te sigue siempre a todas partes...", gritan, orgullosos y desafiantes, mientras revolean sus camisetas y banderas.

La respuesta no tarda en llegar. Un simple "Gremio, Gremio", retumba en los cuatro costados. Primer round, para los xeneizes.

Los argentinos no se quedan con los brazos cruzados y hacen gala del himno tribunero: "Cada día te quiero más, oh soy bostero...".