El río Paraná sufre la peor baja de los últimos 77 años
Es la peor situación hídrica detectada desde 1944. Afecta a las 7 provincias que conforman su cuenca. Pide a la gente "ahorrar agua". Grave crisis
20 de julio de 2021
El río Paraná registra su mayor bajante en 77 años y desde el gobierno nacional pidieron limitar el consumo del agua en 7 provincias que son alcanzadas por esta importante vía fluvial. Ellas son Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
Este fin de semana, el Paraná descendió otros 13 centímetros frente al puerto de la capital entrerriana, que se mantiene en -33 centímetros (debajo del nivel del mar), lo que configura la peor situación hídrica detectada desde 1944.
Ante esta situación, el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) pidió a las personas “ahorrar agua en el consumo diario” y “almacenar agua de lluvia y utilizarla para regar”, como también no realizar quemas de pastizales para evitar la propagación de amplios incendios como los sufridos el año pasado durante esta época.
En un comunicado, el SINAGIR dijo que en este contexto es necesario “un compromiso de todas y todos para atender y actuar preventiva y responsablemente contra esta situación”.
El río también bajó a la altura de las ciudades entrerrianas de Diamante y La Paz, y se mantiene lejos de sus niveles normales frente a Victoria.
La bajante actual mantiene al río lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en julio (3,10 metros) en Paraná; ya superó las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.
Ese año el río marcó -1,40 metros frente a Paraná, al igual que en Diamante (-1,38), Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) indicaron que la tendencia descendente “continuará predominando en los próximos tres meses” al menos y pronosticaron que julio será “especialmente crítico”. También dijeron que espera impactos en “las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales”.
El sábado pasado, el Gobierno anunció la asignación de 1.000 millones de pesos para mitigar los efectos de la bajante, que incluyen “la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica”.
rob