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3 de diciembre de 2024
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Sobre llovido, mojado: Bolivia raciona el gas a la Argentina
El gobierno de Evo Morales comenzó a limitar sus exportaciones de gas natural a la Argentina y al Estado brasileño de Mato Grosso, porque no puede aumentar su producción
19 de junio de 2007
Bolivia comenzó a racionar sus exportaciones de gas natural a Argentina y al Estado brasileño de Mato Grosso, por la imposibilidad de incrementar su capacidad para
la producción y para atender el crecimiento de su mercado interno.

Según confirmaron a la agencia AFP fuentes del Ministerio de Hidrocarburos boliviano, la situación se vio agravada además por la sobredemanda interna durante la estación de invierno.

La demanda local registró un crecimiento de 5 a 6 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) de gas natural, mientras que la exigencia del mercado de San Pablo se elevó de un promedio entre 26 y 27 MMCD a 28,5 MMCD, dijeron fuentes oficiales reservadas al
diario La Razón.

Para no incumplir el abastecimiento interno y el requerimiento de San Pablo, Bolivia tuvo que "reducirle los volúmenes a Cuiabá a la mitad, y dejar todavía pendiente la petición de Argentina por 7,5 MMCD y mantener los 4,62 MMCD actuales", de acuerdo a la
versión del rotativo de La Paz.

Una primera consecuencia del racionamiento fue que la usina termoeléctrica de Cuiabá (Mato Grosso, Brasil) permanece parada desde el sábado por una reducción en el aprovisionamiento del gas boliviano, según un reporte el lunes desde Brasilia de la Empresa Productora de Energía (EPE), que administra la planta.

Las autoridades de la estatal boliviana YPFB advirtieron sobre la existencia de un problema en la operación de compresores en la estación de Rio Grande, que reduciría el arribo del fluido a Brasil, dijo a la AFP en la capital brasileña el director de
asuntos regulatorios y comercialización de EPE, Fabio Garcia.

El flujo de gas cayó entonces de 1,1 millones de metros cúbicos diarios a casi la mitad (600.000 m3), insuficientes para hacer funcionar la central en su nivel de carga mínima, de 135 Megawatts, precisó García.

Las fuentes consultadas en La Paz fueron más bien pesimistas respecto a la normalización del suministro y dieron a entender que no existe una solución inmediata al asunto.

El ministro de Hidrocarburos boliviano, Carlos Villegas, prepara una conferencia de prensa para las próximas horas, según voceros de esa repartición.

Fuentes reservadas explicaron a La Razón que el contrato GSA (Gas Supply Agreement) con Brasil obliga a Bolivia a cumplir con este mercado hasta los 30 MMCD durante dos décadas.

"Por norma, el otro mercado al que no podemos dejar desabastecido es el interno. En cambio, el contrato con Argentina permite cumplir (temporalmente) con el 50 por ciento de la demanda y con Cuiabá aún no hay un contrato definitivo", dijo el informante al matutino boliviano.

La situación de escasez es tal que a pesar de que Argentina es el mercado que paga más por el gas boliviano -5 dólares por millón de BTU (medida térmica)-, no se le puede vender mayores volúmenes, aseguró el diario.

"El problema es que por la falta de inversiones en los últimos años, la producción de gas natural está al tope, al límite, y actualmente no se tiene el gas suficiente como para cumplir con toda la demanda externa", deploró la fuente de La Razón.

Con 48,7 trillones de pies cúbicos de gas (1,5 billones de m3), Bolivia posee la segunda reserva probada y probable más importante de América del Sur, después de Venezuela.