Argentina superó las 100.000 muertes por Covid
La pandemia es la mayor tragedia colectiva en la historia del país. Ya son 100.250 los fallecidos desde que comenzó la pandemia. El Gobierno decreta 5 días de duelo
14 de julio de 2021
El infierno tan temido por los argentinos finalmente llegó. El país superó las 100 mil muertes por coronavirus.
La Argentina se ubica entre los que más contagios y decesos acumuló en el mundo.
Una de las principales críticas hacia el manejo de la pandemia es que hubo pocos testeos y la vacunación arrancó tarde.
Como punto a favor, hasta ahora el sistema sanitario no colapsó, aunque estuvo muy cerca.
Desde diciembre de 2019 el mundo se transformó con la aparición del Covid-19.
Hace poco más de 16 meses, el coronavirus llegó a la Argentina.
Se cumplen 500 días desde que el primer caso importado -un viajero que regresó de Italia- fue confirmado por el Gobierno.
Este miércoles 14 de julio el país superó las 100 mil muertes, a un promedio de 200 por día.
Cada país buscó su manera de enfrentar la crisis sanitaria. Pero lo que hermanó a todo el planeta fueron los drásticos cambios de hábito, las restricciones y, en mayor o menor medida, los aislamientos y cuarentenas.
La vida cambió, algunos sostienen que para siempre.
Ninguna nación pudo escapar a la curva más temida, la de las muertes. Algunos gobiernos lograron mejores resultados que otros. La clave estuvo en los esfuerzos que hizo cada país para enfrentar esta crisis sanitaria sin precedentes.
Argentina sobrepasó los 4 millones de contagiados en un año y tres meses.
Sólo 9 países tuvieron esa dramática marca.
Además, es la nación con menor cantidad de habitantes en alcanzar semejante nivel de casos.
El país está octavo en cantidad absoluta de contagios y 16° en contagios por millón de habitantes.
Llegó a ubicarse tercero en Sudamérica en muertes por millón de habitantes detrás de Perú y Brasil; en el puesto 13° a nivel mundial y en el 11° en cantidad absoluta de muertes.
Si se considera sólo los países de más de 20 millones de habitantes, Argentina se ubicó entre los primeros cinco.
El país tiene cuatro veces más muertos de los que debería por su población. En este contexto, Argentina se ubica en el puesto 99° del ránking mundial de testeos por millón de habitantes.
En Latinoamérica, Colombia, Perú, Uruguay y Chile testearon más que Argentina. Según la OMS, un índice saludable de positividad sería del 10 por ciento. En Argentina, durante la segunda ola, este índice llegó a superar el 30 por ciento.
La Argentina no contaba con las camas y respiradores suficientes para enfrentar la crisis. El Gobierno decidió iniciar una temprana cuarentena, en marzo de 2020, para fortalecer esa respuesta sanitaria. Luego, la cuarentena se extendería sin pausa hasta el 8 de noviembre.
Según información oficial, el número de camas de terapia intensiva aumentó 37%, y el de respiradores, 38%. Las 8.521 unidades de cuidados intensivos que había en el país antes de la pandemia pasaron a ser 11.668. Los respiradores subieron de 6.211 a 8.602.
Uno de los puntos más controvertidos de la gestión de la pandemia en la Argentina fue el manejo de la cuarentena.El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) se extendió por 232 días en 2020: una de las cuarentenas más largas del mundo.
Los paliativos económicos que dispuso el Gobierno amortiguaron sólo en parte la crisis. Muchas pymes y locales comerciales debieron bajar sus persianas. Se estima que 90 mil comecios cerraron.
La actividad económica cayó casi 12 por ciento, una debacle que la ubicó entre las cuatro economías más perjudicadas del planeta.
La cuarentena impactó de lleno, además, en la educación. La mayoría de los alumnos argentinos pasaron todo el 2020 sin clases presenciales.
Eso profundizó las diferencias entre los chicos con mayor y menor acceso a la tecnología. Se estima que un millón de alumnos habrían abandonado sus estudios el año pasado.
La falta de vacunas contra el Covid ha sido un problema global. En Sudamérica, sin embargo, Chile y Uruguay lograron despegar rápido del resto de los países de la región. Argentina avanzó lento.
El Instituto Gamaleya de Rusia debía entregar 20 millones de vacunas hasta febrero de 2021, pero en mayo recién había enviado 8 millones de dosis. AstraZeneca debían comenzar a mandar sus lotes en marzo, pero recién a fines de mayo entregaron los primeros de un contrato por 22,4 millones de dosis.
Ocho meses después de sancionada la Ley de Vacunas en el Congreso, el presidente Alberto Fernández firmó un DNU que habilita la compra de dosis del laboratorio Pfizer. En Sudamérica, siete países ya cuentan con esta vacuna: Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Paraguay.
Otro problema fue que las vacunas disponibles no se aplicaron todo lo rápido que exigía la crisis. Entre marzo y mayo hubo un stock promedio de 2 millones de dosis sin aplicar. Hoy, el 45,7 por ciento de los argentinos está vacunado con una dosis y el 11,3, con dos. Sólo 1 de cada 4 vacunados completó su esquema.
Los expertos sostienen que la pandemia continuará y no se sabe por cuánto tiempo.
El virus, lamentablemente, seguirá provocando muerte y espanto.
La pregunta es si el país podrá corregir aquellas decisiones de la gestión de la pandemia que por ahora le han hecho mal.
El Gobierno no hace autocrítica y sólo atina a atacar a la oposición, en un año electoral.