Muere el 57% de los pacientes que ingresan a terapia intensiva, según un estudio realizado en el país. El país quedó al borde las 100 mil muertes por la pandemia de COVID-19
Arrancó la semana y el coronavirus volvió a exhibir su capacidad de daños, con 480 muertes registradas, tras la habitual caída de casos y fallemientos que hay los fines de semana en parte por cuestiones de registro estadístico.
Este lunes el Gobierno confirmó 14.989 nuevos casos y otras 480 muertes por coronavirus en la Argentina. El país alcanzó los 4.662.937 contagios detectados y 99.255 fallecidos desde el inicio de la crisis sanitaria global.
Todos estos números fueron publicados por el Ministerio de Salud en el parte sanitario elaborado con la información que aportaron las provincias en las últimas 24 horas.
Actualmente hay 262.859 pacientes cursando la enfermedad con diagnóstico en el país, según el reporte oficial. A nivel global, tomando las estadísticas acumuladas desde el inicio de la pandemia, Argentina se mantiene en el octavo lugar de los países con mayor cantidad de infectados y en el undécimo entre las naciones con más casos fatales.
A su vez, el país tiene el décimo mayor promedio de nuevos contagios a nivel global (16.067 por día, según la media de los 7 días previos al parte de hoy) y el quinto mayor promedio de muertes diarias (411, también con datos del 5 al 11 de julio).
En las últimas 24 horas cargaron al sistema nacional 75.927 testeos, por lo que la positividad fue del 19,7%, casi el doble de lo recomendado por la OMS. Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y la Ciudad de Buenos Aires fueron los distritos que más casos reportaron. El detalle es el siguiente:
Buenos Aires 4.614
CABA 1.010
Catamarca 190
Chaco 378
Chubut 201
Corrientes 311
Córdoba 1.771
Entre Ríos 641
Formosa 348
Jujuy 270
La Pampa 222
La Rioja 198
Mendoza 461
Misiones 87
Neuquén 146
Río Negro 294
Salta 513
San Juan 70 San Luis 335
Santa Cruz 89
Santa Fe 1.280
Santiago del Estero 400
Tierra del Fuego 31
Tucumán 1.129
Las vacunasEste lunes llegan al país más de dos millones de vacunas de tres marcas distintas. Las primeras arribaron a la madrugada: el vuelo LCO1101 de Latam Cargo Chile trajo un cargamento de 733.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca desde Miami. Por la tarde, a las 15.55, tocó suelo argentino un avión de Aerolíneas Argentinas (AR1065) proveniente de Rusia con 550.000 dosis del componente 2 de Sputnik V.
Además, a las 18.40, está previsto que aterrice en Ezeiza el vuelo AR1075, también de la aerolínea nacional, procedente de Pekín, China, con 768.000 vacunas Sinopharm.
Con estos tres envíos, la Argentina habrá recibido 30.487.730 vacunas. Esto se da luego de que ayer el Gobierno anunciara el acuerdo para la compra de 20 millones de vacunas de Moderna, o su equivalente en dosis de refuerzo. Las mismas comenzarían a llegar en el primer trimestre de 2022.
Según los últimos datos oficiales, hasta este mañana se habían distribuido 28.094.744 dosis, de las cuales aún quedan por aplicar 3,2 millones.
De acuerdo con el Monitor Público de Vacunación, 19.822.638 personas recibieron al menos una vacuna contra la covid-19. Esto representa el 43,2% de la población, sobre los 45.808.747 habitantes estimados por el INDEC este año.
Dentro del total de vacunados, se incluye a 5.039.549 personas que recibieron también la segunda dosis con la que se completa el esquema de inmunización. Es decir, el 11% de la población.
Un estudio sobre los pacientes en terapia“Características clínicas y resultados de los pacientes con Covid-19 con ventilación invasiva en Argentina (SATICOVID)” es el nombre del estudio que fue publicado por médicos argentinos en la revista científica The Lancet Respiratory Medicine, en su versión digital, el 2 de julio.
La investigación, dirigida por Elisa Estenssoro, integrante del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital Interzonal de Agudos “General San Martín” de La Plata, ayuda a comprender las causas de la elevada mortalidad que provoca el Covid-19, en especial la vinculación con la sobrecarga de los intensivistas.
El trabajo, realizado entre el 20 de marzo y el 31 de octubre de 2020, concluyó que el 57,7% de los pacientes con coronavirus que ingresaron en las 63 Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) -en su mayoría del área metropolitana- estudiadas, finalmente falleció.
El seguimiento se hizo sobre 1.909 personas con Covid-19 que requirieron ventilación invasiva, desde su ingreso a las UCI hasta que recibieron el alta o murieron (lo que primero ocurriera). Los pacientes eran predominantemente mayores de edad y hombres, tuvieron síntomas durante una media de 5 días antes de su arribo al hospital, y permanecieron en promedio un día internados, antes de ser admitidos en las UCI.
¿Cuáles son los factores asociados a la mortalidad? De la investigación se desprende que las causas de muerte se vinculan con una lista de nueve posibilidades predeterminadas, entre ellas, hipoxemia refractaria, shock séptico, síndrome de disfunción multiorgánica agudo, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca aguda, accidente cerebrovascular, orden de no reanimación y tromboembolismo pulmonar.
Y resaltaron que al momento del fallecimiento “se podría considerar más de una causa de muerte”.
Así, en los 1.909 pacientes que fueron analizados, la edad promedio registrada fue de 62 años (entre 52 y 70) y el 91,7% tenía comorbilidades. Los factores de riesgo que se detectaron con mayor frecuencia fueron hipertensión arterial (46,9%), obesidad (44,4%) y diabetes (29%).
Los intensivistas detallaron que, “el aumento de la edad fue un predictor independiente de mortalidad” y que “las complicaciones en todos los pacientes fueron frecuentes”. Otras condiciones, como hipertensión arterial, diabetes, riñón crónico insuficiencia, enfermedad cardiovascular e inmunosupresión fueron más frecuentes en los no supervivientes. La mortalidad hospitalaria fue alta en los pacientes con Covid-19 que requieren ventilación mecánica. El 57,7 % de los afectados murieron en el hospital (como resultado primario), mientras que, a los 28 días, la mortalidad alcanzó el 50,6 % y en la UCI se ubicó en el 57 %”.
Desde el comienzo de la pandemia, las comunidades clínicas y de investigación se preocuparon por su impacto potencial en los países de ingresos bajos y medianos, dada las profundas inequidades económicas, educativas y sanitarias.
El agotamiento del sistema de saludEl informe analiza que, “si bien el sistema de salud en Argentina estaba bien dotados en términos de equipos y consumibles durante períodos de alta demanda, la mortalidad aumentó a lo largo del período de estudio”. La respuesta que encuentra es que, tal vez, haya sido como resultado de la carga sostenida sobre el escaso personal de salud.
“Creemos que el aumento en la mortalidad a lo largo del tiempo podría reflejar el profundo estrés colocado en el sistema de salud por la pandemia”, detallan los investigadores y señalan que “la experiencia de los intensivistas con el manejo oportuno de la insuficiencia respiratoria grave podría haber contribuido a la disminución de la mortalidad en pacientes intubados en la UCI en comparación con los intubados antes de la admisión a la UCI”.
“Es necesario fortalecer el personal de UTI. Hay pocos intensivistas. Se debe estimular que los médicos elijan la especialidad y también, jerarquizar el personal de enfermería. Una adecuada relación enfermero paciente es vital para los resultados en terapia intensiva”, explica Estenssoro.
En efecto, el estudio detectó un aumento paradójico de la mortalidad durante la primera ola de la pandemia que los expertos atribuyen a un sistema de salud tensionado. “La larga duración de la ventilación mecánica y una estancia prolongada contribuyeron a la presión sobre la capacidad de la UCI”, consideran.
Y agregan que “aunque el sistema de salud no se vio abrumado en términos de equipamiento insuficiente, denegación de atención o falta de camas; es posible que se haya producido una atención de menor calidad debido a la carga elevada y sostenida para el personal sanitario”.