Hacía minutos que acababa de terminar una final a todo o nada, como sólo podía ser un Argentina-Brasil por la Copa América en el estadio Maracaná.

Pese a la calentura del momento, a las patadas, los roces y las fricciones, hubo lugar para la amistad, esa que nunca se pierde aunque se vistan distintas camisetas.

Fue todo un gesto de deportividad y de afecto el que mostraron Lionel Messi, Neymar y Leandro Paredes.

Claro, los dos primeros fueron compañeros en el FC Barcelona; los dos últimos son ahora compañeros en el Paris Saint-Germain.

De ahí el lazo que los une independientemente de las circunstancias que los separen.

Sentados en las escalinatas de la antesala de los vestuarios, los dos argentinos y el brasileño conversaron animadamente y Neymar recuperó la sonrisa que se le había borrado en su momento al ser derrotado en su propio país.

Ahora es él quien no tiene el título con el seleccionado mayor que sí pudo conseguir el rosarino.

Y a unas escalinatas del Maracaná, junto a Paredes, demostraron que en el fútbol, a veces, la amistad está más allá de todo.