El día que Carlos Reutemann conquistó Montecarlo
Fue en 1980 a bordo de su Williams. Solo Juan Manuel Fangio había podido ganar en el circuito del Principado, el de mayor glamour de la Fórmula 1
7 de julio de 2021
El 18 de mayo de 1980 Lole resultó ganador del circuito callejero de Montecarlo a bordo de su monoplaza y cortó una racha de 20 meses sin victorias en medio de una carrera que había iniciado en la segunda posición. En el inicio, hubo una accidentada largada porque el irlandés Derek Daly (Tyrrell), que quedó fuera de acción con apenas 300 metros transitados, despistó volando por encima de Jean Pierre Jarier (Tyrrell), Alain Prost (McLaren) y Bruno Giacomelli (Alfa Romeo). Además, los despistes de Alan Jones y Didier Pironi, lo dejaron a Reutemann en la cima de la carrera pactada a 78 vueltas.
Tiempo después, el argentino se refirió a las complicaciones que sobrellevó después de conducir la última parte de la carrera con gomas de piso seco bajo la lluvia: “Fue muy bravo porque la segunda y tercera marchas no entraban bien. La goma trasera izquierda empezó a desinflarse y al auto le faltaba un poquito de equilibrio. Laffitte venía lejos así que no iba a parar a cambiar las gomas de ninguna manera. Sabía que habían transcurrido las tres cuartas partes de la carrera y que los organizadores deberían pararla si llovía más fuerte”.
El piloto de Williams aclaró que fue un “lindo recuerdo” su victoria en el Principado de Mónaco, pero señaló que tuvo mayores recuerdos de su primera victoria en la disciplina lograda el 30 de marzo de 1974 en Sudáfrica.
“Montecarlo es distinta a todas las carreras porque se desarrolla en un lugar diferente, pero una vez que pasó, pasó”, declaró el Lole tiempo después de triunfar en el mismo circuito que supo ganar Juan Manuel Fangio 30 años atrás.
Por último, el santafesino estableció como “muy particular” el circuito por los múltiples obstáculos que ofrece dentro de la pista: “Como espectáculo, es inolvidable porque tiene de todo: callecitas finitas, salto, cambios de ritmo y atención para no tocar los bordes”.